Urkullu, dispuesto a que PNV firme "un acuerdo singular" con Zapatero pese a que ETA o EA le acusen de "vender Euskadi"

Actualizado: domingo, 23 marzo 2008 15:32

Reitera su disposición a dialogar, pero advierte de que los jeltzales no aceptarán "un pacto de rebajas o un 'acuerdo cepillado'"

BILBAO, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Euskadi Buru Batzar del PNV, Iñigo Urkullu, se msotró hoy dispuesto a "firmar" un "buen acuerdo singular" con el PSOE y José Luis Rodríguez Zapatero, pese a que EA o ETA le acusen de "vender Euskadi". El líder jeltzale trasladó su disposición a negociar, pero advirtió al aspirante a presidente del Gobierno central de que no aceptará "un pacto de rebajas, o un 'acuerdo cepillado'".

Durante la celebración del Aberri Eguna 2008 (Día de la Patria vasca), en la Plaza Nueva de Bilbao, y ante un numeroso número de simpatizantes que, cobijados bajo la gran carpa instalada para celebrar el acto, ignoró las inclemencias meteorológicas, Urkullu anunció un "nuevo tiempo", tras las pasadas elecciones, al que su partido "acude a pecho descubierto".

El dirigente nacionalista se marcó como objetivo la consecución, para Euskadi de "la más alta cota de soberanía y libertad" y aseguró que "ningún agente político, ni quien se dice social, va a conseguir que, si el PNV tiene la mano a un buen acuerdo para Euskadi, no lo vaya a firmar".

Aludió, aunque sin citar siglas, a las críticas recibidas desde la izquierda abertzale o sectores del nacionalismo democrático, entre ellos, su socio de Gobierno, EA, o el sindicato ELA, que "se han dedicado a darnos estopa, a 'decirnos' el camino, 'su' camino". "Nos han echado -agregó- la culpa de la desunión de los abertzales, ellos de los que algunos son incapaces de llegar a un acuerdo con nadie si no es con 'su' acuerdo".

Instó al candidato socialista a la Presidencia a "escuchar de su boca algún 'sí' sincero a los planteamientos legítimos que se hacen desde Euskadi", porque "hasta ahora sólo ha dicho no".

Deseó eschuchar respuestas afirmativas a planteamientos como el respeto a la voluntad de la ciudadanía vasca, voluntad como ejercicio ratificatorio de un acuerdo, sí al reconocimiento de la singularidad nacional de Euskadi, sí a la solución al profundo contencioso vasco como lo reconocieron el PSOE y el PP". "Desde esos síes, estoy seguro de que podremos convivir en armonía y respeto político-jurídico, vascos y españoles".

Rechazó los reproches y advirtió de que "si hay posibilidad de acuerdo, si el PSOE y Zapatero entienden y admiten que este pueblo tiene derecho a un acuerdo singular, si podemos romper el bloqueo político en el que este pueblo lleva instalado demasiado tiempo, si podemos dar un nuevo paso de gigante en el autogobierno, ahí estaremos". "Así nos lo niegue sea ETA o sea en otro ámbito ELA, EA o quien sea", enfatizó.

Sin embargo, advirtió al líder socialista de que si, en "un momento especial", propone "un pacto de rebajas, un acuerdo 'cepillado'" no conseguirá su aceptación. Destacó la participación de la formación nacionalista en la "vertebración institucional del Estado" o su liderazgo en "la recuperación del autogobierno" además de su apoyo a quienes "se han empeñado en la búsqueda de la paz". "Ahora -anunció- volvemos a estar dispuestos a la negociación. Se lo decimos así, alto y claro, al señor Zapatero".

CRÍTICAS A ETA

El presidente del EBB marcó diferencias entre el nacionalismo de su partido y el de ETA, a los que separan "no sólo los medios, sino también los fines". "ETA -enfatizó- no quiere una patria de hombres y mujeres libres. Nos indigna y nos hace rebelarnos que alguien pueda pensar que tenemos algo que ver, algún punto de unión, la más mínima coincidencia, con una organización terrorista y con quienes la aplauden o con quienes, con su silencio, la amparan".

Tras afirmar que a PNV y a la banda armada y su entorno les separa "un abismo" reclamó, con motivo de la celebración de la Patria Vasca la desaparición de ETA, para conseguir que una Euskadi "de hombres y mujeres libres se haga realidad". "ETA no, en nombre del pueblo vasco, no", exclamó.

Urkullu recordó que los caminos del PNV y los de "extremistas" se separaron "hace más de 30 años". En ese periodo, a su juicio, la formación jeltzale "ha ido labrando una nueva Euskadi", con la continuación de numerosos dirigentes, a los que citó, desde Carlos Garaikoetxea a Josu Jon Imaz. "Ahora se abre una nueva etapa y delante tenemos a Rodríguez Zapatero", concluyó.

Rechazó la paralización de "la vida política vasca" con la consecuente "anulación de toda iniciativa" mientras persista ETA y no declare un nuevo alto el fuego y se negó a dejar "en manos" de la organización terrorista "la capacidad de decretar cuándo y cómo hemos de plantearnos, abierta y descarnadamente, la resolución del conflicto nacional vasco en todas su complejidad".

MAL SABOR DE BOCA

El presidente del EBB admitió, una vez más, que "las elecciones" ha dejado a los dirigentes de su formación "mal sabor de boca", lo que les ha llevado a una "autocrítica, dura y descarnada internamente" sobre sus resultados.

En este contexto, incluyó la apuesta política y social anunciada por su partido bajo la denominación "Euskadi 2020", "una puesta a punto de la praxis política del" del partido y "una toma de temperatura" a la sociedad vasca. Consideró necesario "hacer más política de hoy" y pidió el compromiso de la afiliación, para trasladar las ideas "al exterior del partido".

Manifestó que será "un proceso abierto, dinámico y participativo" en el que "todo el que quiera podrá aportar "su punto de vista y sus idesa". "De ahí -agregó- surgirá un nuevo contrato social que el PNV, partido líder de este país y con vocación de seguir siéndolo, firmará solemnemente con la sociedad vasca".