MÉRIDA, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, señaló hoy, en la recepción de los alcaldes de las localidades pertenecientes el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, la necesidad de que las administraciones públicas trabajen para la conservación del patrimonio y todo lo que existe a su alrededor porque es un "plus añadido de calidad" que ofrecer a los visitantes.
Vara dijo que la condición de "Patrimonio de la Humanidad" es un título que le otorga un "privilegio" a una ciudad pero también es un "peaje que hay que pagar" en el sentido de que se convierte en un lugar que hay que compartir con el resto del mundo. "Ese título honorífico implica también una responsabilidad añadida y conlleva un esfuerzo obligatorio", explicó. En su opinión, las ciudades patrimonio son el "escaparate" del país y "hay cuidarlos, sentirlos como elemento de atracción para los ciudadanos que no lo conocen se acerquen a verlo".
Según el presidente, cuando se actúa sobre una de estas ciudades, "se actúa sobre todo el conjunto de España", un país "atractivo y que tiene muchos escaparates dignos de enseñar, que son su mejor valor".
Añadió que, alrededor de estas ciudades se mueve un "escenario de complicidades que no hay que perder de vista". Al respecto, puso como ejemplo que, "cuando alguien viene a Mérida o Cáceres, también se acerca a Plasencia, Trujillo, Badajoz o Zafra" entre otros lugares de la región.
Asimismo, "tendió la mano" a los alcaldes del grupo de ciudades con el objetivo de que se entienda que "lo que hay en el escaparate es de todos y que se trata de una responsabilidad compartida".
A su juicio, las ciudades no son sólo monumentos e indicó que "cuando se ofrece algo hermoso tiene que ponerle corazón a esa belleza, que son los ciudadanos".
Apuntó que los monumentos forman parte de la cotidianidad y "hay que recordar a los ciudadanos que el título de Patrimonio de la Humanidad obliga tanto a las Administraciones públicas como a los ciudadanos "al final, el que ve una cosa bonita, se pasa a ver otras, y para que se vuelva a acercar a lo que ya ha visto tiene que haberse sentido bien".
El presidente autonómico se refirió así al "atractivo de los sentidos" y explicó que "las ciudades son importantes pero lo que le conceden todos sus sentidos son los ciudadanos que viven en ella".
Asimismo, manifestó que la responsabilidad de conservar el patrimonio es "un pacto entre generaciones", por lo que los responsables públicos de las comunidades autónomas y de las ciudades tienen que dejar estos lugares en las "mejores condiciones".
Por su parte, el alcalde de Mérida, señaló que en la asamblea general del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad que posteriormente comenzó en Mérida, se organizó para que los alcaldes debatan sus problemas. "Son todas ciudades peculiares con situaciones distintas y que, por ser Patrimonio de la Humanidad, tienen grandes ventajas pero, en ocasiones, también grandes problemas", explicó.
El presidente del Grupo y alcalde de Cuenca, Francisco Javier Pulido, señaló que es un "gran honor" para las ciudades ser Patrimonio de la Humanidad pero destacó el "gran coste económico" que este título conlleva, por lo que mostró su deseo de que las instituciones colaboren con los alcaldes para "mantener ese rico legado que ha sido traspasado entre generaciones" con el paso del tiempo
Por otro lado, agradeció la "magnífica y cordial" que los ediles tuvieron en Mérida e invitó al presidente de la Junta de Extremadura a asistir a los actos para la conmemoración del quince aniversario de la constitución del grupo de ciudades que tendrá lugar el 17 de septiembre, invitación que agradeció el dirigente autonómico, quien mostró su interés por estar presente en el evento.
