MÉRIDA, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Extremadura, a través del convenio que suscribió con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) a finales de 2007, invertirá 4,8 millones de euros a lo largo de este año en ayudas públicas dirigidas a "animar" al ciudadano, a las empresas, a las industrias y a las administraciones públicas a aplicar medidas que conduzcan hacia el ahorro energético y contribuyan a la lucha frente al cambio climático.
Esta línea de subvenciones, según explicó hoy el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, José Luis Navarro, responde a un nuevo planteamiento de la administración en lo que a eficiencia y ahorro energéticos se refiere, ya no dirigido a la generación de energía a gran escala para la venta sino, más bien, a su producción para satisfacer el autoconsumo.
En concreto, comentó, las ayudas cubrirán entre el 20 y el 30 por ciento de la inversión que una industria, un ayuntamiento o una familia realicen para reemplazar sus actuales sistemas de generación de energía por otros más eficientes.
Navarro hizo estas declaraciones momentos antes de inaugurar la Jornada sobre Difusión de ahorro y eficiencia energética y plan de energías renovables de Extremadura, que se celebran hoy en la Escuela de Administración Pública de Mérida, y en cuyo transcurso se hablará sobre estas nuevas acciones del Gobierno regional.
CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO.
Según detalló, los ayuntamientos podrán solicitar estas subvenciones en aras de sustituir sus sistemas de alumbrado público por equipos de "más rendimiento y menor consumo", incluidos semáforos más eficientes y que "gasten menos luz".
Las industrias, en cambio, podrán servirse de estas ayudas para realizar auditorías energéticas que les permitan detectar "puntos de ahorro" y para cambiar su maquinaria actual por otra nueva que "consuma menos energía y emita menos CO2".
Por su parte, las familias podrán acogerse a este programa de subvenciones para instalar, por ejemplo, placas fotovoltaicas, en sustitución de la energía eléctrica que llega a través del cableado, calderas de biomasa, en lugar de los sistemas de calefacción convencionales, o placas solares, para tener agua caliente, sin necesidad de emplear electricidad o gas.
De esta manera, indicó, se conseguirá un "doble beneficio", por un parte, será factible "ahorrar energía" y, por otra, "contribuir en la lucha contra el cambio climático".
PLAN RENOVE.
Por otro lado, con el fin de reducir el consumo de energía en el sector doméstico, el consejero confirmó la puesta en marcha de una nueva campaña del Plan Renove de electrodomésticos, que incentiva su sustitución por otros más eficientes.
Así, próximamente, quienes sustituyan el frigorífico, el congelador, la lavadora o el lavavajillas por uno nuevo con un etiquetado energético de clase A o superior, recibirán una ayuda de 85 euros por aparato.
"En el momento que el ciudadano compre el nuevo electrodoméstico, automáticamente tendrá un descuento de 85 euros en el precio. Posteriormente, la administración reembolsará ese dinero a la tienda".
Este plan, explicó, tiene "mucha aceptación" entre los ciudadanos. De hecho, concretó, la pasada edición de la campaña se subvencionaron más de 12.000 electrodomésticos. "Sabemos que hay ciudadanos esperando y vamos a sacar la convocatoria próximamente", apuntó.
COMPROMISO DE TODOS.
A pesar de estas acciones, Navarro subrayó que la administración está "fomentando y promoviendo el ahorro energética", no obstante, de cara al objetivo final de reducción de emisiones que "tenemos que conseguir", se pretende que los ciudadanos asimilen el concepto.
"No buscamos conseguir que los ciudadanos sustituyan un electrodoméstico por la ayuda que les damos, sino que pretendemos que el mensaje llegue a calar en la sociedad, de tal modo que, con el tiempo, nadie compre un electrodoméstico que no sea de alto rendimiento energético, ese es el objetivo final".
Finalmente, Navarro recordó que estas medidas, mientras se apruebe el plan energético de la comunidad autónoma, responden a los objetivos fijados por el plan de acción español 2008-2012, que plantea alcanzar a su finalización un ahorro de energía del 12 por ciento.