Rural.- La Xunta dice que el 112 no está ideado para grandes emergencias y provocó una atención más lenta de los fuegos

Actualizado: lunes, 25 septiembre 2006 20:02

Protección Civil defiende la creación de un operativo nuevo, ya que en la crisis incendiaria duplicó el tiempo de gestión de las llamadas

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

El director xeral de Protección Civil, Antonio Espinosa, reconoció hoy que el actual servicio del 112 "no está pensado" para intervenir en grandes emergencias, tal y como consideró que quedó demostrado en la crisis incendiaria del 4 al 14 de agosto en Galicia, con una atención y gestión "más lenta" de la llamadas. Por ello, defendió la creación de "un nuevo" centro de atención.

"El actual 112 funciona como un reloj para las operaciones ordinarias, pero no para las grandes emergencias", aseveró en su comparecencia en la Comisión de Estudio de los incendios del 4 al 14 de agosto, donde advirtió de que el "trabajo excelente de las operadoras no pudo suplir las deficiencias estructurales".

Así, en concreto, indicó que el número 112 presentó "importantes problemas" durante la ola incendiaria porque "muchas" de las llamadas (85%) no dieron lugar a intervención. "El problema más importante es poder transmitir a la opinión pública que es preciso la utilización del teléfono con mesura", defendió.

En este sentido, insistió en el hecho de que, en las grandes catástrofes, la gente llama "muchas veces". De este modo, precisó que durante las emergencias ordinarias, la atención de la llamada por parte del 112 es de media por parte de la operadora de 22 segundos.

No obstante, en la ola incendiaria el tiempo medio fue de 42 segundos, "el doble", reconoció. Asimismo, detalló que "habitualmente" se movilizan los recursos necesarios en 30 segundos. Por contra, en la crisis se duplicaron a 65 segundos.

GESTION DE LA LLAMADA MAS LENTA

Espinosa atribuyó a que se hiciese "más lenta" la gestión de la llamada al hecho de que durante los incendios de agosto se tuvieron que hacer las comprobaciones "a tres bandas", es decir, aplicar una serie de pasos como ratificar la existencia del fuego, para ello, incluso llamaban directamente al alcalde del municipio afectado en cuestión.

Al respecto, aseguró que todos los regidores de todos los ayuntamientos que registraron incendios "estuvieron allí". "Siempre pendientes de lo que tenían que hacer", subrayó.

Asimismo, anunció que se ha encargado la sustitución de la actual centralita por una "inteligente", es decir, que si las llamadas se repiten, "ésta se da cuenta" si se trata del usuario que "suele recurrir al operativo todos los días". "Así las va apartando, con el objeto de poder hacer una purga que permita la entrada de llamadas".

Asimismo, consideró "urgente" un sistema de comunicación de emergencias moderno, pasando del actual analógico a otro digital. Para de este modo, evitar los "problemas de comunicación" que reconoció que se produjeron entre los bomberos, los servicios comarcales y forestales durante la ola de incendios.

DIMENSION TRANSNACIONAL, MEDIDAS EUROPEAS

Por otra parte, Espinosa vinculó la ola incendiaria que registró Galicia entre el 4 y 14 de agosto al cambio climático existente en la actualidad que le dan una "dimensión transnacional" que obliga a que se activen las medidas europeas propias de la lucha contra las catástrofes naturales, como inundaciones o terremotos.

Consecuentemente, y ante esta situación, Espinosa también consideró necesario un "refuerzo" de los medios de Protección Civil, tras la crisis incendiaria de agosto que, tal y como recordó, fue "especialmente catastrófica" con "cuatro muertos, decenas de heridos y afectación de 17 zonas de Red Natura".

El director xeral de Protección Civil precisó que en lo que va de año ardieron en España 200.000 hectáreas de vegetal y monte, lo que supone el 40% del territorio de Europa. No obstante, puntualizó que dos tercios de los fuegos se concentraron en Galicia.

Sin embargo, advirtió de que el problema de incendios transciende a "regimenes políticos", ya que apuntó que existían en el franquismo. Sin embargo, puntualizó que fue en 1973 cuando este problema "se agravó". En concreto, precisó que desde 1968 hasta la actualidad se quemaron en Galicia más de 200.000 hectáreas, lo que supone dos terceras partes del territorio gallego.

FUERA DE ZONAS PREVISIBLES

En su intervención, reconoció que esta crisis incendiaria tuvo como novedad con respecto a años anteriores que los fuegos se registraron "fuera de la zona previsible de incendios" por razones meteorológicas o de combustión y que, tradicionalmente, se situaba en la zona sur Pontevedra y Ourense.

Por la contra, en la ola de fuegos de agosto se iniciaron en la "zona norte" de los lugares previsibles. Asimismo, apuntó que "no fue normal" que la "mayoría" de los fuegos comenzaran cerca de las casas o vías de comunicación y luego se expandieran a los montes.