SANTIAGO DE COMPOSTELA, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de investigadores de la Facultad de Física de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) participa en un proyecto nacional centrado en el desarrollo de biolubricantes a partir de aceites vegetales.

En concreto, se trata de aceites para equipos hidráulicos y para los motores de la maquinaria agrícola, puesto que estos lubricantes son "más respetuosos" con el medio ambiente que los actuales, derivados del petróleo.

Bajo el nombre 'Biovesin', este proyecto se enmarca en la convocatoria de ayudas para proyectos científico-tecnológicos "singulares y de carácter estratégico" del Ministerio de Educación y Ciencia, y en él participan cuatro universidades, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y centros tecnológicos y empresas de Galicia, Navarra, País Vasco y Andalucía.

A través de este proyecto, se pretende que la industria española tenga tecnología propia para la producción de lubricantes biodegradables y que disponga de metodología avanzada para convertir el ricino en una biofactoría vegetal, lo cual es más sencillo que con otras plantas al no ser ésta comestible.

Otro de los objetivos es reducir los costes de producción del biolubricante manteniendo su rendimiento y desarrollar la tecnología que permita que los biolubricantes funcionen bien tanto en climas fríos como en cálidos.

FASES DEL PROYECTO.

El proyecto consta de cuatro partes. En una primera fase, se centra en el desarrollo de aceites vegetales y aglutina un conjunto de instituciones y empresas que van desde la semilla a la fabricación del aceite, de modo que los resultados de este proyecto también servirán para potenciar la agricultura española.

La segunda parte del proyecto consiste en el desarrollo de nuevas variantes de ricino a través de estudios genéticos, con el objetivo de que los nuevos aceites se adapten mejor a las aplicaciones para las que están ideados.

En la tercera fase, los investigadores añaden aditivos a los aceites desarrollados por otros equipos para determinar las propiedades físicas que tendrán estos biolubricantes según las aplicaciones para las que fueron diseñados. Para ello, el equipo de la USC creó un viscosímetro, puesto que es el único grupo de España que estudia viscosidades a presión para la caracterización de lubricantes.

Igualmente, también se mide la miscibilidad de los aceites y la gasolina, así como la solubilidad en los aceites de los gases que se producen en los motores. Además, los físicos están diseñando una técnica de solubilidad de gases en aceites para usarla en este proyecto, con unas condiciones de temperaturas altas, similares a las que se registran en los motores.

Tras todos estos pasos, la última parte del proyecto se centra en el ensayo de los biolubricantes y las grasas vegetales en las aplicaciones requeridas, por lo que se probarán en las máquinas agrícolas y en los aerogeneradores.