El arzobispo agradece el viaje de Benedicto XVI y le ofrece la "casa" compostelana tras expresarle su "profunda alegría"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Santiago, Julián Barrio Barrio, confiesa que "a este lado del Camino, se necesita la revitalización de la fe, el ardor y el coraje de una nueva evangelización para anunciar a Cristo en fidelidad y con creatividad pastoral". Con estas palabras ha reconocido el prelado compostelano ante el Papa la necesidad de "fuerza" para la "conversión porque hay heridas que sanar".
Durante la Eucaristía que ha tenido lugar en el Obradoiro, Barrio ha señalado la necesidad de esa "revitalización" para "anunciar a Cristo en fidelidad y con creatividad pastoral, la fuerza para seguir peregrinando, la conversión porque hay heridas que sanar".
"Y la profundidad que nos rescate de la superficialidad anodina y anestesiada que nos distrae y nos hace olvidar que la Iglesia en su misión profética lleva el sello martirial, para ser testido de Cristo crucificado y resucitado", ha añadido.
El arzobispo compostelano, que ha reconocido que le gustaría "poder estirar más la agenda" del Papa en esta tierra "acogedora y hospitalaria llamada en su día Finisterre", comenzó su saludo en la celebración con unas palabras en gallego para dar la bienvenida a Su Santidad y las "gracias", ya en castellano, por cumplir el deseo de "tenerlo" en esta comunidad cristiana.
"Esto seguro de poder hablar en nombre de toda la Archidiócesis, de los señores cardenales, arzobispos, obispos y sacerdotes religiosos y laicos de las diócesis hermanas, de Sus Altezas y de las autoridades nacionales, autonómicas y municipales, cuando manifiesto nuestra alegría al recibirle", ha manifestado.
LO RECIBE COMO UN "AMIGO"
Así, lo ha recibido como un "amigo", dijo parafraseando una de las Cantigas (literatura medieval que cultivó, entre otros, Alfonso X El Sabio) que, tal y como manifestó monseñor Barrio, "describe una entrañable expectación por alguien especial". "Eu atendendo ó meu Amigo", citó, para explicar que "así de entusiasmados esperaban su llegada" en Compostela.
El arzobispo de Santiago destacó que "como peregrino de la fe y testigo de Cristo resucitado", el Sumo Pontífice "se une a tantos y tantos peregrinos que en este Año Santo han participado en las gracias jubilares, haciendo memoria de la Tradición apostólica y procurando los bienes espirituales".
Barrio ha recalcado que a la capital gallega "llegan los caminos en los que se contemplan nuevos horizontes, que hacen recapacitar sobre las angosturas de la propia existencia y la inmensidad que el ser humano tiene dentro y fuera de sí, preparándole para ir en busca de lo que realmente su corazón anhela". "El peregrino siempre vuelve a sus raíces. Y en el Camino, que se parece a una gran raíz, surgen preguntas que buscan respuestas clarificadoras", sostuvo.
Con todo, ha apuntado que "Jerusalén, Roma, Santiago... Rutas para el espíritu del ser humano, que se rebela a desaparecer bajo la asfixia del materialismo". "Caminos para pensar y descubrir por qué razón venimos a este mundo. Sendas abiertas por las huellas de Dios, dando respuesta a la pregunta de por qué aún no somos plenamente felices en nuestra peregrinación terrena", ha reflexionado.
"LE QUEREMOS Y SABEMOS QUE NOS QUIERE"
Monseñor Julián Barrio se ha mostrado sabedor de que el Santo Padre "les quiere", al igual que sus fieles a él. "Caminamos con Su Santidad y sabemos que camina con nosotros. Cuando salga a faenar por los mares del mundo en la barca de Pedro, recuerde que otra pequeña barca estará muy cerca, la de Santiago", le ha garantizado.
El arzobispo de Santiago no quiso concluir sus palabras sin volver a manifestar, de nuevo en gallego, su "profunda alegría" por recibir en Santiago de Compostela a Benedicto XVI y le ofreció esta "Casa do Amigo" para pedirle: "Quédese con nosotros, la mesa está preparada".
