SANTIAGO DE COMPOSTELA, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un total de 34 minutos de un espectáculo "con mucho dinamismo" que combina los efectos pirotécnicos con un láser, proyecciones y juegos de agua con una fuente cibernética amenizarán la víspera del Apóstol en Santiago de Compostela.
En rueda de prensa, el responsable de la empresa encargada de la tradicional quema de la fachada neogótica de la catedral y de los fuegos artificiales, Ricasa, Ricardo Caballer, explicó que todo el espectáculo estará controlado por ordenadores que dispararán 3.745 órdenes de fuego con más de 4.000 piezas de pirotecnia sobre 1.150 kilogramos de material, que en su mayoría serán lanzados desde la cercana avenida de Juan XXIII.
En cuanto al montaje audiovisual, el encargado de esta área dentro de la empresa, Carlos López, avanzó que la fuente, principal novedad de este año, medirá 22 metros e irá acoplada en la estructura de la fachada, desde donde despedirá 22.000 litros de agua desde sus 50 chorros de salida iluminados con LEDs de colores.
Para el láser se utilizarán seis de los equipos multicolor "más potentes de la actualidad", cuyas proyecciones ocuparán 2.500 metros cuadrados de la fachada de la catedral de la capital gallega; mientras que el sonido alcanzará los 40.000 watios.
Ricardo Caballer, cuya empresa trabajó en los Juegos Olímpicos de Sidney, en espectáculos en Port Aventura y distintos parques temáticos de Disney, en las celebraciones del Real Madrid tras ganar la última Liga y la Champions League; aseguró tener "muchas ganas" de trabajar en Santiago y que tratará de crear un "gran impacto visual" para "sorprender a la gente y que se hable del espectáculo".
TRADICIÓN
El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, también presente en la comparecencia ante los medios junto con el concejal de Fiestas, Xosé Baqueiro, recordó que la tradición de los fuegos del Apóstol está documentada desde el siglo XVI, fecha en la que se acompañaban de una corrida de toros.
En esta línea, aludió al "esfuerzo cada vez mayor" de ofrecer a turistas y santiagueses las "más nuevas" tecnologías para este espectáculo, que este año cuenta con un presupuesto de 245.000 euros incluyendo también los fuegos de fin de fiesta, el día 31. Además, incidió en la "necesidad" de apartar de la catedral "todo aquello que sea susceptible" de causar algún daño al templo.
No obstante, apostó por "no desplazar" el espectáculo puesto que, a su juicio, un nuevo marco "cambiaría completamente" el evento, por lo que optó por hacer "los sacrificios necesarios" para mantener en la Praza do Obradoiro los fuegos por "los efectos y la repercusión" que tienen también para los asistentes como para los que lo ven por la televisión.
En este sentido, el gerente del Consorcio de Santiago, Xosé Manuel Villanueva, indicó que antes y después del espectáculo se llevará a cabo una medición "rigurosa" que permita evaluar el impacto del espectáculo pirotécnico en la fachada para obtener "datos fiables" sobre los posibles daños a la Catedral.
ESPECTÁCULO "PARA TODA LA CIUDAD"
A pesar de que el mejor sitio para disfrutar de este evento es la Praza do Obradoiro, donde también se podrán ver los juegos de agua y las proyecciones sobre la fachada de la catedral, los fuegos, según indicó Bugallo, están pensados para ser vistos "desde toda la ciudad, donde se reúnen unas 150.000 personas de distintos lugares".
No obstante, el regidor local apuntó que todo el "gran espectáculo de luz y sonido" será retransmitido por la TVG desde la plaza, en la que se prevé que haya "unas 20.000 personas".
Por ello, Baqueiro destacó la "necesidad" de que, además de preservar el patrimonio, se desplieguen medidas de seguridad también para el público. De este modo, con el fin de proteger la integridad física de las personas, se eligió la cercana avenida de Juan XXIII para disparar los fuegos artificiales.