La turista coruñesa que permanecía atrapada en Beirut viaja hacia Chipre entre críticas a Asuntos Exteriores

Actualizado: miércoles, 14 mayo 2008 21:06

"Si te pasa algo fuera de Europa, el ministerio te deja en las manos de Dios", denuncia su hija, que se confiesa "indignada"

A CORUÑA, 14 May. (EUROPA PRESS) -

La familia de Preciosa Bouzas, la turista coruñesa de 50 años de edad que llevaba siete días atrapada en Beirut, empieza a "respirar más tranquila" después de esta tarde esté viajando en barco hacia Chipre, a donde llegará en unas horas. No obstante, su hija Eva Añón se mostró "indignada" con la actuación del Ministerio de Asuntos Exteriores.

"Hemos visto que si a cualquier español le pasa algo fuera de España, el Ministerio te deja en las manos de Dios. Hemos tenido que buscarnos la vida y pasarlo fatal para poder ayudar a mi madre sin la colaboración de nadie", relató a Europa Press la hija de la coruñesa, quien había viajado a Beirut a finales del pasado mes de abril para visitar a una amiga que está casada con un libanés.

El estallido del conflicto en el Líbano impidió a Preciosa Bouzas abandonar el país el miércoles de la semana pasada. Entonces su hija se puso en contacto con las autoridades españolas en el momento en que conoció que se había evacuado a las tres tenistas españolas para reclamar una actuación similar con su madre. No obstante, le dijeron que no podían hacerse cargo de ella porque no había precisado de una evacuación forzosa.

Desde el Ministerio "no consideraban que fuera una situación de emergencia y decían que no había protocolo de evacuación", un hecho que aseguró "no entender". "Se trata de un aeropuerto internacional que está cerrado, yo creo que se deberían haber hecho cargo desde el ministerio y habernos evitado este mal rato a todos", consideró.

INDIGNACIÓN.

Añón criticó que cuando pedía información sólo le leían noticias de prensa y que se ofrecieron a escoltar a su madre hasta la frontera de Siria para que prosiguiera su viaje hasta Damasco "bajo su responsabilidad". "Ese comentario me hizo darme cuenta de que teníamos que buscarnos la vida y fue cuando empezamos a buscar opciones", aclaró.

En un primer momento su madre trató de viajar en barco desde Trípoli hasta Chipre pero tuvieron que descartarlo "porque dijeron que estaban a tiros y era peligrosísimo". Finalmente compraron un billete de barco en el que se han gastado 1.500 dólares, y tienen pensado que después coja un avión a Munich, y otro a Madrid para llegar hasta la ciudad herculina, "no se sabe cuándo porque todavía los billetes de avión están sin comprar".

Al respecto señaló que "si no hubieran tenido el dinero del billete, habría tenido que quedarse allí esperando porque nadie se preocupó por ella" y apuntó que el barco que tenía que salir hacia Chipre también tuvo problemas para hacerlo "lo que provocó mucha incertidumbre" ya que además su madre "está ya sin batería en el móvil". "Hasta que no llegue a Europa no estaremos tranquilos", reconoció.

Añón se mostró "indignada" porque, desde su punto de vista, a las tenistas "las sacaron porque eran más mediáticas y estaban saliendo en todos los periódicos y televisiones" y consideró que a su madre "deberían haberla tratado igual". Además también señaló que Bouzas "es una mujer que paga todos sus impuestos y cuando necesita ayuda no está recibiendo nada". "Con todos mis respetos para ellos, cuando llega un cayuco se les dan todas las facilidades y me parece muy bien pero creo que a los españoles también nos deberían prestar ayuda", añadió.

Eva Añón también explicó que su madre fue a Líbano a ver a una amiga que conoció cuando ambas vivían en Suiza. El viaje fue un regalo de su hija con motivo del día de la madre para que pudiera "relajarse" después de haber pasado "uno de los peores años de su vida".

La coruñesa había sido diagnosticada de cáncer de intestino, lo que la obligó a tomar una medicación durante nueve meses y le produjo "un fuerte deterioro físico y psicológico". Fue tras ese periodo cuando la mujer descubrió que el diagnóstico estaba equivocado y que no padecía cáncer, le quitaron la medicación y empezó a "revivir" poco a poco, un hecho que pretendía celebrar con este viaje.