PALMA DE MALLORCA, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Bloc per Mallorca exigió hoy al delegado del Gobierno en Baleares, Ramon Socias, una reacción "contundente e inmediata" por parte de la Guardia Civil, después de que el pasado día 7 de agosto el joven catalanoparlante Iván Cortés sufriera una agresión en el aeropuerto de Palma por no hablar en castellano y dirigirse a los agentes en catalán.
A través de un comunicado, la formación pidió la comparecencia de Socias ante el Parlament para explicar "qué medidas ha de adoptar ante estos hechos", al entender que se trata de un "grave incidente" que no debería haber ocurrido. No obstante, incidió en que "ya hay muchos casos de discriminaciones y de agresiones por parte de las fuerzas de seguridad del Estado por motivos lingüísticos".
Asimismo, el Bloc valoró que la reacción de la Benemérita pasa "no sólo por abrir una investigación para esclarecer los hechos, sino por la adopción de medidas cautelares contra los responsables directos".
Por su parte, el senador autonómico Pere Sampol, registró en el Senado una pregunta dirigida al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para que exponga si el Ministerio debe abrir una investigación con el fin único de esclarecer las posibles responsabilidades de miembros de la Guardia Civil en los hechos denunciados, así como que explique "si piensa tomar alguna medida para prevenir futuras situaciones de conculcación de derechos por motivos lingüísticos".
Así, estas reacciones se suceden un día después de que el coordinador de la OCB, Tomeu Martí, acompañado por Cortés, afirmara que los hechos son comprobables, ya que había cámaras grabando, y consideró que el suceso "es injustificable", ya que "nada en democracia justifica la agresión a un ciudadano que simplemente transitaba por un aeropuerto".
Por su parte, Cortés relató cómo sucedió todo y, tras puntualizar que procede de una familia castellanohablante y que aprender y usar el catalán es su "aportación a la sociedad mallorquina", explicó que el pasado día 7 su novia y él estaban a punto de coger un avión hacia Londres, cuando unos agentes del Instituto Armado les pararon para pedirles la documentación. En dos ocasiones Cortés respondió a las preguntas que le hacían en catalán, y finalmente, ante el "tono agresivo" de uno de ellos, lo hizo en castellano.
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