Las fugas de agua en Palma se reducen al 16% y permiten un ahorro equivalente a la mitad del Gorg Blau

Centro de control de Emaya.
Centro de control de Emaya. - AYUNTAMIENTO DE PALMA
Europa Press Islas Baleares
Publicado: lunes, 29 septiembre 2025 16:59

PALMA 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

Emaya ha reducido el porcentaje de pérdidas de agua en Palma en los últimos años y ha pasado del 25% en el anterior registro al 16% a día de hoy, el dato más bajo desde que se realiza un seguimiento de estas incidencias.

Esta mejora, lograda gracias al esfuerzo inversor en la renovación de redes y al proceso de instalación de nuevos equipos (caudalímetros) en la red de distribución de agua potable, ha permitido un ahorro de 3,6 hectómetros cúbicos de agua, el equivalente a la mitad del embalse del Gorg Blau, según ha señalado en un comunicado el Ayuntamiento de Palma.

Según han recordado, las pérdidas de agua se producen por diversos motivos. Las situaciones más habituales tienen que ver con fugas en las conducciones, errores de medición o consumos no autorizados, que se reducen con la sustitución de contadores mecánicos por digitales.

TRANSFORMACIÓN DIGITAL EN LA GESTIÓN DE FUGAS

Palma cuenta con una extensa red de tuberías que supera los 1.100 kilómetros, similar a la red de distribución del municipio de Valencia.

Para facilitar su control, la ciudad está dividida en 600 microsectores, cada uno de entre 2 y 5 kilómetros. Esta organización permite detectar con precisión dónde se producen pérdidas de agua.

La implantación de una nueva metodología para la detección de fugas facilita monitorizar de forma precisa la evolución de los sectores, gracias a la instalación de caudalímetros y a la incorporación de sistemas informáticos que posibilitan una supervisión continua del sistema.

Esta nueva metodología hace posible identificar y gestionar irregularidades en el consumo en apenas 2 o 3 días, lo que facilita una intervención rápida.

En algunas zonas, la localización y reparación de la fuga puede llevarse a cabo incluso en menos de 24 horas. Una vez identificadas las anomalías, la búsqueda y localización precisa de fugas se realizan con equipos especializados que 'escuchan' el sonido del agua circulando por las tuberías.

Los técnicos utilizan dispositivos con micrófonos de alta sensibilidad, auriculares con cancelación de ruido, filtros acústicos y pantallas que muestran gráficamente las vibraciones del agua.

Gracias a esta tecnología, es posible localizar averías ocultas bajo tierra sin necesidad de romper el pavimento, reduciendo tiempos de intervención y evitando molestias a la ciudadanía.

CAUDALÍMETROS Y CONTROL DIGITAL: LA NUEVA REALIDAD

La digitalización del ciclo del agua ya es una realidad en Palma gracias al trabajo realizado durante los últimos años, según han subrayado.

Además, con el impulso del Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) se han implementado las tecnologías avanzadas que mejoran la eficiencia, la detección de fugas y la sostenibilidad en la gestión de la red hídrica.

En la actualidad, la división de los 600 microsectores en unos 50 macrosectores --una cifra que sigue aumentando-- se ha acompañado con la colocación en los mismos de caudalímetros que registran cada 15 minutos el caudal de entrada y salida.

Los datos obtenidos se envían automáticamente a los centros de control de Emaya, que funcionan las 24 horas y reciben alarmas en cuanto se detecta una incidencia.

A partir de ahí, se inicia de inmediato la búsqueda de la fuga. Gracias a esta innovación, ya se ha sectorizado con caudalímetros más del 60% de la red en baja, lo que ha permitido reducir un 9% las pérdidas de agua, situando el rendimiento de la red en un 84%, frente al 75% anterior.

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