11-S.- El principal grupo norteamericano de DDHH recuerda que EEUU "sacrificó sus valores fundamentales" tras el 11-S

Actualizado: viernes, 9 septiembre 2011 13:27

ACLU denuncia que "elementos definidores de la identidad nacional" han sido amenazados por la "política del miedo de los dirigentes"

NUEVA YORK, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -

La principal organización norteamericana de Derechos Humanos, la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU), denunció este viernes que Estados Unidos ha "sacrificado sus valores fundamentales" en nombre de la seguridad desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, de los que este próximo domingo se celebra el décimo aniversario.

"El sacrifidio de los valores de Estados Unidos, como la justicia, la libertad individual y el Estado de derecho, en última instancia lo que hace es socavar la seguridad del país", afirmó la organización con motivo de la presentación del informe 'Un llamamiento al coraje: reclamando nuestras libertades diez años después del 11 de Septiembre'.

"Se trata de nuestros valores fundamentales, que son la base misma de nuestra fuerza y de nuestra seguridad", agregó. Estos "elementos definidores de nuestra identidad nacional", advirtió ACLU, "se han visto amenazados por la política del miedo patrocinada por nuestros dirigentes", denunció.

ACLU, una organización creada por un reducido grupo de activistas por los Derechos Humanos poco después de la Primera Guerra Mundial, cuenta en la actualidad con alrededor de 500.000 socios y simpatizantes en el conjunto de Estados Unidos y está presente, mediante una red de oficinas, en todos los Estados de la Unión

"GUERRA CONTRA EL TERRORISMO"

Desde el 11-S, Estados Unidos ha "invocado el derecho a utilizar la fuerza letal y las detenciones militares indefinidas fuera de las zonas de combate" en el contexto de su "guerra contra el terrorismo", una política que, según ACLU, "ha perjudicado la lucha internacional contra el terrorismo, ha creado tensión en las relaciones con los aliados y ha creado una herramiento de propaganda para los enemigos".

El informe hace un repaso de la "política de torturas" llevada a cabo por el Gobierno del anterior presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y advierte de que la impunidad de que disfrutan sus responsables "deja abiertas las puertas a futuros abusos".

En este sentido, ACLU denuncia los "numerosos honores" concedidos a los responsables políticos que autorizaron las torturas, "incluida la Medalla Presidencial de la Libertad", que contrastan con la falta de reconocimiento para los que se opusieron a esa política, como es el caso de la persona que denunció los abusos cometidos en el centro de detención de Abu Ghraib, en Irak.

El documento denuncia también el incremento de las discriminaciones por motivos religiosos o raciales en Estados Unidos desde los atentados, en particular "los ataques a la comunidad musulmana norteamericana en el marco de las investigaciones antiterroristas", y asegura que en estos diez años, y por los mismos motivos, las autoridades norteamericanas han "espiado a ciudadanos americanos sobre los que no había ninguna sospecha".