Unos 20.000 hombres participarán en la operación para arrebatar Mosul a Estado Islámico

MADRID 8 Dic. (EUROPA PRESS) -

Una fuerza compuesta por unos 20.000 hombres participará en la operación para recuperar Mosul, la segunda ciudad de Irak y que se encuentra en manos de Estado Islámico desde el pasado mes de junio, según ha revelado un alto responsable iraquí conocedor de los planes para el asalto final sobre la urbe.

En declaraciones a la agencia independiente BasNews, el presidente del Consejo de la provincia de Nínive, Bashar Kiki, ha explicado que el plan todavía está en su fase de preparación y aún no se ha tomado la decisión para avanzar hacia la ciudad.

"Cuatro actores principales participarán en la liberación de Mosul: la coalición encabezada por Estados Unidos, el Gobierno federal de Irak, la región autónoma de Kurdistán y la administración de la provincia de Nínive", ha indicado Kiki. "Lo único que falta por decidir es quién liderará la operación", ha aclarado.

Según el responsable iraquí, el proceso de registro de las personas para participar en el plan de liberación de Mosul está en marcha y la fuerza será entrenada cerca de la ciudad. "Para liberar Mosul necesitamos 20.000 soldados pero por ahora solo 10.000 personas se han registrado para participar en la fuerza que liberará la ciudad", ha explicado.

"La fuerza principalmente está constituida por residentes de Mosul y policías que se han visto desplazados. Una base militar para la fuerza ha sido establecida en la zona de Duprdan, cerca de la localidad de Bashik", ha añadido. "Principalmente dependemos de los peshmerga kurdos, ya que es el único ejército en el que todos los habitantes de Mosul creen", ha reconocido.

Por otra parte, Kiki ha indicado que el plan también contempla la situación de la ciudad tras la liberación y por ello incluye su estabilización y reconstrucción, así como ayudas para que sus habitantes puedan regresar a sus casas.

Estado Islámico se hizo con el control de Mosul el pasado 10 de junio en apenas 24 horas principalmente gracias a que el Ejército y la Policía iraquíes abandonaron sus puestos y sus integrantes huyeron dejando tras de sí sus uniformes y armamento.