Denuncia que "el sufrimiento de la población civil ha alcanzado niveles sin precedentes"
MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) ha reclamado este viernes a la comunidad internacional que se sirva del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para llevar a cabo una investigación sobre las violaciones del Derecho Internacional Humanitario y los graves abusos contra los Derechos Humanos cometidos por todas las partes en Yemen, en un conflicto que dura ya seis meses.
En concreto, ha pedido que antes de que termine el actual periodo de sesiones el próximo 2 de octubre del Consejo de Derechos Humanos de la ONU se cree en él una comisión que investigue estos hechos. Según Amnistía, más de 2.100 civiles, entre ellos al menos 400 niños y niñas, han muerto en el conflicto.
"En los seis meses transcurridos desde que la coalición dirigida por Arabia Saudí comenzó su campaña en Yemen, todas las partes han mostrado un cruel desprecio por la vida de los civiles", ha denunciado el director adjunto del programa de Amnistía Internacional para Oriente Próximo y el Norte de África, James Lynch.
"Sin el final de este mortal conflicto aún la vista y con una crisis humanitaria cada vez más grave, el sufrimiento de la población civil ha alcanzado niveles sin precedentes", ha subrayado Lynch, para quien "la comunidad internacional debe aprovechar la oportunidad para llevar a cabo una investigación internacional creíble, que dé esperanzas de rendición de cuentas y justicia a las víctimas de los graves abusos y violaciones del Derecho Internacional cometidos en Yemen".
Según Amnistía, Arabia Saudí, junto con los demás miembros de la coalición militar que combate en Yemen y el Gobierno del presidente yemení, Abdo Rabbu Mansour Hadi, intentan impedir que el Consejo de Derechos Humanos cree una comisión de investigación sobre el conflicto del país.
RENDIR CUENTAS
"Es hora de que la comunidad internacional deje de dar la espalda a las víctimas de la crisis surgida en Yemen y tome medidas para ayudar a poner fin a la impunidad, indicando claramente a los responsables que tendrán que rendir cuentas. Lo primero que debe hacerse con tal fin es llevar a cabo una investigación exhaustiva, imparcial e independiente", ha afirmado James Lynch.
La gran mayoría de las muertes y lesiones sufridas por civiles han sido causadas por la coalición dirigida por Arabia Saudí, que está respaldada por Estados Unidos y Reino Unido, ha subrayado la organización.
Amnistía Internacional ha documentado ataques aéreos de la coalición supuestamente dirigidos contra los rebeldes huthis, pero que han causado muertes de civiles y destruido viviendas y otros bienes civiles, incluidas escuelas y mezquitas. Los ataques aéreos han destruido también infraestructura clave, como puentes y carreteras, lo que dificulta el envío de ayuda humanitaria.
BOMBAS DE RACIMO
Asimismo, ha precisado, que las fuerzas de la coalición han utilizado municiones de racimo, que son por naturaleza de efecto indiscriminado y está prohibidas, y se ha comprobado que han sido fabricadas o diseñadas en Estados Unidos.
"En vez de prestar asistencia logística y militar a las fuerzas de la coalición, que han cometido graves violaciones del Derecho Internacional, estos influyentes miembros de la comunidad internacional deberían intentar hacer rendir cuentas a los responsables de tales violaciones", ha reclamado Lynch.
"Cualquier país que suministre armas a alguna de las partes en el conflicto no debe autorizar ninguna transferencia si existe un riesgo preponderante de que las armas se utilicen para cometer o ayudar a cometer violaciones de derechos humanos y del derecho internacional", ha añadido.
Por otra parte, ha señalado que en los combates terrestres, los huthis y sus oponentes también han cometido graves abusos contra los Derechos Humanos y violaciones del Derecho Internacional Humanitario. Ambos bandos han puesto en peligro a civiles efectuando ataques indiscriminados y ataques en zonas residenciales, incluidos bombardeos indiscriminados de artillería efectuados por los huthis contra ciudades y otras poblaciones del sur de Arabia Saudí.
Los huthis también han emprendido una campaña de represión en zonas bajo su control, en el marco de la cual han asaltado y cerrado varias ONG y amenazado a su personal. También han llevado a cabo decenas de detenciones arbitrarias y secuestros de activistas, periodistas y otros presuntos detractores, según Amnistía.
