SIDNEY, 3 Sep. (Reuters/EP) -
El primer ministro australiano, Tony Abbot, no ha descartado el envío de tropas de combate para ayudar a Estados Unidos en sus ataques aéreos en Irak, ante la creciente confrontación de los radicales islamistas que se han hecho con el control de importantes zonas entre Irak y Siria.
Abott ha definido al Estado Islámico como "una amenaza" no solo "para la gente de Oriente Próximo sino para el mundo entero" y ha asegurado que aunque su Gobierno prefiere evitar la intervención, se plantea esa vía. "Este es un conflicto que, como es entendible, preferimos evitar, pero es un conflicto que tristemente nos está alcanzando, como hemos visto", ha defendido.
Aunque Australia no es miembro de la OTAN, sus tropas luchan junto a la coalición en Irak y Afganistán y se espera que durante la cumbre de este jueves en Gales acepte la invitación formal para ser miembro del Programa de Países Aliados. Australia también se ha unido a los esfuerzos internacionales y ha enviado equipo militar y ayuda a las fuerzas kurdas que luchan contra los milicianos del Estado Islámico en el norte de Irak.
ESTADOS UNIDOS JUSTIFICA SU POSTURA
Estados Unidos ha vuelto a realizar ataques aéreos sobre Irak en agosto, tras la salida de las tropas del país en 2011. La Administración Obama tomó esta decisión tras el avance del Estado Islámico y la proclamación del califato en Irak y Siria.
Un exasistente de la Secretaría de Estado de Estados Unidos, Christopher Hill, que fue embajador en Irak entre 2009 y 2010, ha comentado que las decapitación de Sotloff debería despertar la llamada del mundo. Hill también ha defendido la intervención militar.
"Creo que se está gestando una solución militar, necesita gestionando", ha asegurado. "No veo que haya ninguna negociación con esta gente, no veo que haya nada que pueda hacerse por la vía diplomática", ha dicho en una entrevista a Reuters.
"Estamos tratando con gente realmente extremista, así que, creo que necesitamos trabajar por la vía militar", ha concluido
