Bruselas reitera su llamada a la calma

Actualizado: martes, 22 noviembre 2011 14:48

BRUSELAS, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea continúa "muy preocupada" por los enfrentamientos violentos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad en Egipto y reclama a las partes una "solución pacífica", según ha afirmado este martes un portavoz comunitario que ha recordado que Bruselas reserva fondos para los países del sur del Mediterráneo que más avances en democracia realicen.

La Alta Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, expresó en un comunicado el pasado domingo su "grave preocupación" por la escalada de violencia e instó a todas las partes implicadas a mostrar contención. El objetivo es buscar una "solución pacífica" que permita celebrar elecciones en "un verdadero espíritu democrático para que la 'Primavera árabe' dé sus frutos", ha recordado en rueda de prensa uno de sus portavoces, Michael Mann.

Por el momento, ha subrayado Mann, la Unión Europea concentra sus esfuerzos en ejercer una "presión política" para exigir calma y llamar al fin de la violencia, aunque a largo plazo podría estudiar otras fórmulas.

En este sentido, el portavoz de la jefa de la diplomacia europea ha recordado que Bruselas reserva parte de sus fondos de Política de Vecindad sin asignar a ningún país en concreto y que se distribuirán de acuerdo al principio "más por más", es decir, de quienes hagan mayores esfuerzos democráticos.

"Podría entenderse como una especie de presión económica", ha explicado Mann, que ha dejado claro que por el momento no se estudian otras medidas distintas a la presión política y que esta otra posibilidad, en todo caso, sería "a largo plazo".

Mann tampoco ha querido comentar las últimas denuncias lanzadas por Amnistía Internacional, que alerta de que el Ejército egipcio está cometiendo violaciones de los Derechos Humanos y abusos más graves que los registrados bajo el régimen del expresidente Hosni Mubarak. "No puedo valorar si son más o menos graves (...). Hemos llamado a la calma y hemos pedido calma", ha respondido el portavoz a preguntas de los periodistas.

Además, ha reiterado que no hay observadores europeos sobre el terreno para controlar las elecciones previstas para el próximo 28 de noviembre porque las autoridades del país no quieren observadores internacionales.