Niños en una escuela en Kidal, Malí
UNICEF/DIAKITE
Actualizado: viernes, 18 diciembre 2015 17:39

MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

Hace tres meses que empezó el curso escolar en Malí, pero todavía más de 380.000 niños de entre 7 y 15 años que viven en el norte del país siguen fuera de las escuelas debido a la inseguridad, que ha aumentado en los últimos cuatro años, según ha denunciado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en un comunicado.

"Los niños en el norte de Malí conocen muy bien el impacto del conflicto, la pobreza y la miseria", ha explicado el representante de UNICEF en el país, Fran Equiza. "La educación es su mayor esperanza para el futuro", ha añadido.

Una de cada seis escuelas del norte de Malí, en total más de 280, han cesado su actividad, la mayoría desde hace tres años después de haber sido dañadas, destruidas, saqueadas o tomadas por las partes en conflicto. "En Kidal, una de las zonas más afectadas, el 79% de las escuelas permanecen cerradas", ha señalado UNICEF.

Pero a la propia carencia de recintos se suma la ausencia de docentes. Casi 600 maestros han huido de las zonas en conflicto y no acuden a las escuelas por la situación de inseguridad.

CLASES RADIOFÓNICAS

UNICEF ha programado una campaña de dos años --especialmente centrada en las zonas de Gao, Kidal, Mopti, Segou y Tombuctú-- para devolver a los niños "la oportunidad de ejercer su derecho a la educación"

Según ha señalado la propia agencia, se proporcionarán programas de enseñanza "informal" e "intensiva", que incluyen lecciones a través de la radio para los niños que no asisten a la escuela. El trayecto hacia los centros sigue siendo peligroso y el miedo a las minas sin estallar y otros restos de la guerra han forzado a los padres a mantener a sus hijos en casa.

En este sentido, UNICEF ha organizado unos programas de formación para los menores sobre el peligro de la munición sin explotar. La organización también distribuirá materiales de aprendizaje y formación para más de 2.000 profesores, 100.000 kits para estudiantes y escuelas, así como 10.000 cuadernillos para promocionar la paz y la no-discriminación entre los menores y sus comunidades.

Sin embargo, "a pesar de las enormes necesidades", la actuación de UNICEF en Malí está limitada por la falta de fondos. En concreto, la organización para la infancia ha recibido menos de un tercio de los 37 millones que necesita para sus programas de educación, protección, salud, nutrición, agua, saneamiento e higiene.

El futuro de los niños malienses depende que actuemos ahora, de un mejor acceso humanitario y de la llegada de los recursos, ha alertado Equiza. "La educación es su mayor esperanza para el futuro", ha añadido.

Cerca de 1,4 millones de niños están afectados por el conflicto en Malí. En total hay 62.000 desplazados internos, mientras que 139.000 personas han buscado refugio en países vecinos.

Más noticias

Leer más acerca de: