Polución, contaminación en Pekín (China)
REUTERS
Actualizado: jueves, 28 diciembre 2017 15:10

PEKÍN, 28 Dic. (Reuters/EP) -

China ha reconocido este jueves que su Gobierno ha fracasado en la protección del medio ambiente, ya que los más de 18.000 funcionarios destinados a tal efecto no han impulsado ninguna medida desde 2016, según ha revelado una investigación a nivel nacional que envió inspectores a las ciudades más contaminadas.

Según ha informado el subdirector de la Oficina Nacional de Inspección Ambiental, Liu Changgen, la gran mayoría de los funcionarios eran de rango local. "Lo próximo es revisar los casos descubiertos durante las inspecciones anteriores e identificar a los funcionarios de alto rango que llevaron a cabo una mala gestión", ha dicho a la prensa Liu.

Ante el nivel de contaminación local después de tres décadas de crecimiento económico vertiginoso, Pekín envió a cuatro equipos de inspectores medioambientales a varias ciudades del país desde febrero de 2016 para descubrir las irregularidades en la aplicación de medidas contra la contaminación.

En Shandong, una de las provincias más industrializadas de China, más de 10.000 compañías han sido multadas por inspectores por un total de 100 millones de yuanes (más de 12 millones de euros) entre agosto y septiembre. En un caso, las aguas residuales de 150.000 residentes en Jingdezhen, en la provincia sureña de Jiangxi, se descargaron directamente en los ríos ante la falta de instalaciones de tratamiento.

Los funcionarios del gobierno local que tergiversan los datos y ocultan los delitos con la esperanza de alcanzar los objetivos de crecimiento económico han sido blanco de la campaña contra la contaminación. Se ha responsabilizado a ciudades enteras de causar picos en la contaminación del aire, y el Ministerio del Medio Ambiente ha atribuido los problemas a las irregularidades administrativas.

"Los nombres de los funcionarios, sus trabajos y las violaciones cometidas se pondrán en conocimiento siguiendo la cadena de mando y se decidirá cómo serán castigados los funcionarios", ha informado Liu, quien ha añadido que las inspecciones continuarán. "No permitiremos que la inspección se convierta en una ráfaga pasajera", ha aseverado Liu, quien ha concluido que es necesario "seguir soplando todo el tiempo".

En un "plan de batalla" contra la contaminación invernal presentado en agosto, el Ministerio de Medio Ambiente dijo que buscaría reducir, más del 15 por ciento, las concentraciones promedio de partículas en el aire conocidas como PM2,5 en 28 ciudades en el norte, especialmente en las provincias propensas a la contaminación como Hebei, Shanxi, Shandong y Henan.

El Gobierno también ha prometido reducir el promedio de PM2,5 a menos de 60 microgramos por metro cúbico en Pekín a finales de 2017, una cifra mucho más alta que el estándar oficial de calidad del aire de China, de 35 microgramos. La Organización Mundial de la Salud recomienda que el nivel no sea nunca superior a 10 microgramos.

El norte de China también se ha embarcado en un ambicioso programa con el que pretenden que millones de hogares prescindan de la quema de carbón para la calefacción, una práctica que contribuye enormemente a la contaminación del aire en los meses de invierno, para pasar a usar el gas natural.

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