China/Tíbet.- Una delegación de corresponsales extranjeros parte a Tíbet tras los disturbios

Actualizado: miércoles, 26 marzo 2008 9:42

BEIJING, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades chinas han permitido la visita de una delegación de 26 periodistas extranjeros a Tíbet, tras las demandas internacionales a China exigiendo que permita informar sobre los disturbios que comenzó a sufrir la región hace ya dos semanas.

El viaje se produce justo al día siguiente de que el ministerio de Asuntos Exteriores anunciara que permitiría viajar a los corresponsales a Lhasa para que "entiendan los incidentes allí". La semana pasada, a las preguntas de la prensa extranjera durante la única rueda de prensa que concede al año, el primer ministro chino, Wen Jiabao, declaró que "la situación en Lhasa está regresando básicamente a la normalidad. Lhasa volverá a ser abierta, y seguramente consideremos la posibilidad de que los periodistas extranjeros viajen hasta allá para ver lo que ocurre".

China ha manifestado su indignación ante la cobertura realizada por parte de la prensa extranjera de los disturbios del pasado 14 de marzo, cuando ciudadanos tibetanos salieron a la calle (aparentemente, tras correrse el rumor de que la Policía había apresado y torturado a varios monjes que se estaban manifestándose de forma pacífica) y protagonizaron las mayores escenas de violencia desde, al menos, las protestas ocurridas en 1989, año de las manifestaciones estudiantiles de Tiananmen.

Durante los últimos días los medios chinos han informado ampliamente sobre los disturbios de Lhasa, en los que se podía ver imágenes de jóvenes arrancando a tirones los cierres metálicos de los establecimientos regentados por los 'han' (la etnia china) o 'hui' (de etnia china pero religión musulmana) en la ciudad, prendiendo fuego a lo que encontraban a su paso o incluso lanzando piedras.

El grupo de periodistas incluye a reporteros de 19 medios, principalmente anglosajones, como 'Financial Times', The Associated Press o el hongkonés escrito en inglés 'South China Morning Post'. Los corresponsales pasarán tres días en la ciudad y, aparentemente, no visitarán ninguna de las otras localidades donde se produjeron manifestaciones y que, según los medios pro tibetanos denuncian, la Policía y el Ejército chinos reprimieron con violencia.

Esta actitud demuestra un cambio de táctica del Gobierno chino que podría tener como objetivo cambiar su imagen de cara al exterior, ya que la tónica general es que no permita que los medios de comunicación accedan sin trabas a la información sobre los hechos que acontecen en Tíbet. Esto podría ser resultado de la presión a la que Beijing se vio sometido ayer durante la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde se le instó a que cese la represión, levante las trabas al movimiento y al acceso a información y renuncie al uso de la fuerza en la convulsa región del Himalaya.

El número de muertos en los disturbios se desconoce. Según las autoridades chinas en Lhasa hubo 19 muertos, uno de ellos un policía. Medios tibetanos dicen que entre los muertos en Lhasa y el resto de localidades las bajas de tibetanos superan el centenar.