La comunidad internacional condena la ofensiva israelí, pero también los lanzamientos de cohetes

Actualizado: lunes, 3 marzo 2008 1:01


JERUSALÉN, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Ejército israelí siguió ayer adelante con la ofensiva contra la Franja de Gaza y, aunque la cifra de fallecidos alcanza la decena, ésta queda muy lejos del número de ante ayer, que superó los 70 muertos. Mientras, la comunidad internacional ha lamentado el importante número de bajas civiles y, en algunos casos condenado el uso "desproporcionado" de la fuerza por parte de Israel en respuesta a unos cohetes palestinos.

La ofensiva de ayer se saldó con la muerte de tres milicianos, dos civiles y un bebé de 21 meses, todos ellos palestinos, y con el bombardeo de la sede del gobierno de Hamás, que controla de facto la Franja de Gaza desde junio. Estas muertes, sumadas a los heridos que finalmente sucumbieron a la gravedad de las heridas recibidas ante ayer, suman un total de diez víctimas que se añaden a las 61 de ante ayer. Desde el pasado jueves, fecha de inicio de la actual ofensiva, más de un centenar de gazacíes han perdido la vida, la mayoría de ellos, unos sesenta, civiles.

También ayer un cohete Katyusha impactó en la localidad de Netivot, en el oeste del desierto del Neguev, sin causar heridos ni daños materiales y un israelí sufrió heridas leves por la metralla desprendida del impacto de un cohete casero Qassam en una fábrica de la región del Neguev. Varias personas más fueron atendidas por la conmoción.

Del total de diez cohetes Qassam disparados ayer, seis impactaron en zonas deshabitadas del oeste del Neguev y cuatro lo hicieron en zonas pobladas. Dos de los cohetes cayeron en Sderot y provocaron daños en viviendas. Otro cohete cayó en una casa de un kibbutz, aunque en su interior no había nadie en ese momento.

La principal consecuencia de la ofensiva israelí ha sido la confirmación por parte del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, de la suspensión de las conversaciones de paz iniciadas en la conferencia de Annapolis.

Abbas ordenó "la suspensión de las negociaciones y de toda forma de contacto a cualquier nivel como consecuencia de la agresión (israelí)", según explicó Nabil Abú Rdainá, uno de los consejeros de Abbas desde Ramala. Sin embargo, en ningún caso se ha hablado de la muerte de un proceso iniciado con muchas trabas gracias al respaldo de Estados Unidos.

El dirigente palestino declaró día de luto en los territorios palestinos en recuerdo de los más de cien muertos desde el comienzo de la ofensiva y en ciudades cisjordanas como Yenín, Ramala, Jerusalén o Hebrón, donde murió un adolescente palestino de 14 años por disparos del Ejército israelí en respuesta a las piedras que lanzaba junto a otros jóvenes. Tres palestinos más y un ciudadano israelí también resultaron heridos en los disturbios.

Israel, sin embargo, alega que está actuando en defensa propia y lamentó la retirada de la delegación palestina de las conversaciones. Arye Mekel, portavoz de la jefa de la delegación negociadora israelí, la ministra de Exteriores, Tzipi Livni, calificó de error la decisión de Abbas y manifestó su esperanza de que las conversaciones se reanuden "a muy corto plazo".

"Israel está interesado en las negociaciones, pero no al precio de ceder nuestro derecho a proteger a los ciudadanos israelíes", advirtió Olmert durante el Consejo de Ministros de hoy domingo e insistió en que Israel "no tiene intención de dejar de luchar contra los terroristas en ningún momento".

REACCIÓN INTERNACIONAL

El Consejo de Seguridad, reunido anoche en Nueva York en sesión de urgencia a instancias de Abbas, no pudo aprobar una resolución sobre los últimos acontecimientos de Gaza por la falta de consenso y la amenaza de veto ejercida por Estados Unidos y sus aliados. En la declaración consensuada el Consejo pide a Israel y a las milicias palestinas que acaben con la violencia.

El comunicado, acordado tras cinco horas de una sesión de emergencia convocada a instancias de Abbas a través de la Liga Árabe y Libia fue mucho más laxo que el lenguaje utilizado por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, que condenó con dureza tanto las incursiones israelíes como los lanzamientos de cohetes contra el Estado judío.

"Si bien reconozco el derecho de Israel a defenderse, condeno el uso desproporcionado y excesivo de la fuerza que ha matado y herido a tantos civiles, incluidos niños (...). Pido a Israel que cese tales ataques", dijo Ban. "Condeno los ataques palestinos con cohetes y pido el inmediato cese de tales actos de terrorismo", agregó.

El texto final acordado en el Consejo de Seguridad no recoge finalmente la expresión "uso excesivo de la fuerza" por parte de Israel, tal como pretendía Libia, representante de la Liga Árabe, debido a la oposición de Estados Unidos. Medios cercanos a la negociación aseguran que Washington se mostró dispuesto a incluir esta expresión, pero sólo si se calificaba de "terroristas" a los palestinos, algo que finalmente no ocurrió.

La Unión Europea, sin embargo, sí adoptó la postura de Ban y condenó el uso "desproporcionado" de la fuerza por parte de Israel contra los palestinos en Gaza y reclamó a las autoridades israelíes que eviten cualquier actuación que ponga en peligro a la población civil. Los Veintisiete pidieron además que no se interrumpa el proceso de paz, mostraron su "gran inquietud" por la nueva escalada de violencia, condenaron el lanzamiento de cohetes sobre territorio israelí y pidieron su inmediata interrupción.

Olmert respondió que los civiles israelíes que viven en el sur del país no han merecido la misma atención que las víctimas de la ofensiva militar hebrea y afirmó que "nadie tiene derecho a pontificar contra Israel" por "defender a sus ciudadanos en el sur". "No recuerdo a esta gente afirmar que la situación en el sur de Israel es igualmente insostenible cuando los civiles israelíes resultaban heridos", afirmó el primer ministro en clara referencia a las críticas internacionales.

"Lo que hay que tener en mente es que Israel está defendiendo a sus civiles en el sur y que nadie tiene derecho a pontificar contra Israel sobre ello, porque debemos emprender la medida fundamental de defender a sus residentes contra los cohetes palestinos".

EGIPTO ABRE LA FRONTERA

Los medios sanitarios de la Franja de Gaza se encuentran absolutamente desbordados por la cantidad de heridos provocados por la ofensiva israelí --ni siquiera existe una estimación del número de heridos--, lo que ha motivado a las autoridades egipcias a autorizar una apertura limitada del paso de Rafá, que comunica la Franja de Gaza con el territorio egipcio, para enviar ambulancias que trasladarán a unos 100 palestinos heridos desde los desbordados hospitales de la Franja hasta instalaciones de la península del Sinaí, según informaron fuentes de los servicios de seguridad egipcios.

Hasta el momento ya han cruzado por Rafá cuatro civiles palestinos heridos y las autoridades esperan que lleguen al menos un centenar de ellos, aunque no se ha fijado un tope máximo.

Los hospitales del norte de la península del Sinaí están ya en alerta, según la agencia de noticias egipcia MENA, que indicó que algunos de los heridos podrían ser incluso trasladados a El Cairo.