BEIJING 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las conversaciones multilaterales para poner fin al programa nuclear de Corea del Norte se han vuelto a reanudar en Beijing esta tarde en un ambiente de moderado optimismo, algo insólito desde el inicio de los encuentros, hace ya tres años.
China, país anfitrión, podría tener preparado un borrador del plan de desarme para presentar a los delegados, en el que se propone que Corea del Norte detenga su reactor nuclear en un par de meses a cambio de ayuda energética, según fuentes surcoreanas.
Aunque los representantes de los seis países participantes en las reuniones se han mantenido cautos en sus declaraciones, han reconocido que el momento actual es una "encrucijada importante" según el jefe de la delegación surcoreana, Chun Yung Woo.
Según el enviado norcoreano, Kim Kye Gwan, la mayor o menor respuesta de su país dependerá de la actitud de los representantes estadounidenses. "Estamos preparados para discutir la primera fase de las medidas", afirmó, al llegar esta mañana a Beijing. "No soy optimista ni pesimista porque todavía quedan muchos puntos de confrontación que superar", dijo.
"Vamos a tomar una decisión basándonos en si Estados Unidos abandona su política hostil y se decanta por la coexistencia pacífica", manifestó, y agregó que Washington es "muy consciente" de ello.
Por su parte Christopher Hill, máximo representante de la delegación estadounidense, negó los rumores existentes sobre que su país y Corea del Norte ya habrían firmado un acuerdo previo en la reunión bilateral mantenida en Berlín el mes pasado.
"Mantuvimos unas conversaciones positivas y queremos ver qué podemos hacer en las próximas negociaciones a seis bandas. No firmamos nada", declaró Hill en su hotel en Beijing antes de la inauguración de los encuentros.
"A estas alturas, no quiero comentar qué aspectos del acuerdo (de 2005, el único firmado hasta la fecha) queremos llevar a cabo. Pero tenemos un plan de acciones, y si las realizamos lo consideraremos un paso positivo hacia la consecución del plan. Éxito no es sólo el aplicar el acuerdo", aseguró.
Además del encuentro mantenido en Berlín, expertos norteamericanos viajaron a Corea del Norte la semana pasada. Según ellos, Pyongyang propondrá congelar su programa nuclear y volver a permitir las inspecciones internacionales a cambio de ayuda energética y de la normalización de las relaciones con Washington.
Estados Unidos y Corea del Norte han mantenido conversaciones también sobre las restricciones financieras a las que actualmente se ve sometido el país asiático, entre las que se incluyó el asunto del boicot norteamericano al Banco Delta Asia, al que acusó de colaborar con los norcoreanos en el contrabando y blanqueo de dinero. La reacción estadounidense provocó que Corea del Norte se retirara, en protesta, de la mesa de las negociaciones "a seis" en 2005, y ha impedido a este país mantener relaciones financieras tanto con el Banco Delta Asia como con otras entidades, temerosas de represalias.
Tras más de un año en blanco, las conversaciones (en las que participan los tres países mencionados, junto a China, Japón y Rusia), volvieron a reanudarse en diciembre pasado, después de que, dos meses antes, Corea del Norte realizará su primera prueba nuclear.