Crónica Chad.- Deby llega debilitado a las presidenciales tras 15 años en el poder y carente de sus tradicionales apoyos

Actualizado: martes, 2 mayo 2006 13:17

El presidente se enfrenta al boicot, a las deserciones y a la presión de Sudán, con el trasfondo del petróleo

MADRID, 2 May. (EUROPA PRESS) -

Tras más de quince años al frente de Chad, el presidente Idris Deby llega muy debilitado a las elecciones presidenciales de mañana, entre el boicot de la oposición, que no se ve representada en los comicios por ningún candidato, y la amenaza del estallido de un nuevo conflicto en la región debido a los ataques rebeldes, en buena parte instigados desde Sudán.

Pero, sobre todo, Deby llega particularmente lastrado por el peso de su propia etnia, los 'zaghawa', a la que pertenecen los más altos mandos militares y que le ha empezado a abandonar. En el trasfondo, subyace el fuerte olor del petróleo, que ha incrementado el número de postulantes al poder.

Deby ha empezado a saborear su propia medicina. A fin de cuentas, los rebeldes del Frente Unido por el Cambio (FUC) no intentaron el pasado 13 de abril otra cosa que lo mismo que hizo el propio presidente el 1 de diciembre de 1990: tomar Yamena al asalto y hacerse con el poder. Entonces, Deby traicionó a su anterior mentor político, Hissene Habre, el mismo hombre que le había convertido años antes en su asesor en asuntos de seguridad y defensa.

A pesar del recrudecimiento de los ataques este mes, el presidente --nacido en 1952-- ha insistido en mantener la cita con las urnas, a las que puede concurrir gracias a una modificación de la Constitución. Sus oponentes han advertido de que si se prolonga el mandato de Deby se sumirá al país y a la región en el caos.

LAS ELECCIONES

Tras acceder violentamente al poder, y para eludir la acusación de golpista, Deby se aprestó a dar una imagen civil a su formación armada, el Movimiento Patriótico de Salvación (MPS), y en 1993 estableció el principio, si no la práctica, de un sistema multipartidista con su decisión de levantar la prohibición a la que estaban sujetos todos los partidos políticos.

No obstante, en todo este tiempo el MPS ha mantenido una clara hegemonía, la oposición política continúa siendo frágil, y tanto sus líderes como los periodistas son objetivo de hostigamiento y detenciones.

En su primera comparecencia electoral, Idriss Deby fue elegido en las urnas en 1996, con el 69,09 por ciento de los votos, y en 2001, con el 67,35. Según diversas fuentes, que citan a observadores nacionales e internacionales, los fraudes han sido sistemáticos por parte del poder.

La decisión de presentarse para un nuevo mandato, incumpliendo el compromiso que hizo de abandonar la Presidencia hace un año, ha provocado las críticas de la oposición, de los grupos de defensa de los Derechos Humanos y de los sindicatos, que acusan a Deby de intentar hacerse con un poder vitalicio.

Para poder presentarse a una nueva reelección, el presidente tuvo que modificar la Constitución nacional en el año 2004. En la revisión, que afectaba a ocho artículos, también se eliminó el límite de edad para convertirse en presidente. Los diputados de la oposición se negaron a votarla y abandonaron el hemiciclo.

A principios de marzo comenzó la campaña electoral para las presidenciales, en las que, dado el boicot de la oposición, Deby parte como gran favorito. A él se enfrentarán otros cuatro candidatos, validados por el Consejo Constitucional, surgidos de partidos pequeños.

Los cuatro contrincantes de Deby son el ex primer ministro Kassiré Coumakoye, del partido Unión Nación para la Democracia y el Progreso (RNDP, en sus siglas en francés); el actual ministro de Agricultura y presidente de la Unión Nacional para los Demócratas Chadianos (RNDT), Albert Pahimi Padacké; Mahamat Abdoulaye, del Movimiento Popular para la Democracia en Chad (MPDT); y un candidato poco conocido, Brahim Koulamallha, que representa al Movimiento Socialista Africano Renovado (MSA/R).

Ni la Coordinación de partidos políticos para la Defensa de la Constitución (CPDC), principal coalición de oposición, ni la Federación Acción por la República (FAR), de Ngarley Yorongar, que llegó segundo a las presidenciales de 2001, participan en los comicios. Ambas formaciones han pedido la anulación de la cita con las urnas y el lanzamiento de un diálogo sobre las condiciones de unas nuevas elecciones, pero el Gobierno se ha negado, por considerar que podría producirse un "vacío político".

LA REBELIÓN, LOS ZAGHAWA Y EL PETRÓLEO

Ante la constante amenaza de levantamientos y rebeliones en todo el vasto territorio chadiano, presente desde su primer año en el poder, el presidente ha contado hasta la fecha con el imprescindible apoyo de los militares chadianos, dominados por la etnia zaghawa, pero la situación ha empezado a cambiar.

No obstante, la solidaridad étnica ha estallado. En octubre de 2003, Chad entró en el selecto y complicado club de países productores de petróleo, y el oro negro convirtió a la Presidencia de Chad en un objetivo apetitoso. Desde octubre de 2005 se vienen produciendo deserciones en sus filas, sobre todo entre los altos mandos del Ejército.

Una parte de su etnia ha acusado a Deby de no haber ayudado suficientemente a sus "hermanos" zaghawa de Darfur (oeste de Sudán) en la lucha que mantienen desde febrero de 2003 con el Gobierno de Jartum. En Chad viven todavía más de 200.000 refugiados sudaneses en campamentos improvisados.

Tanto Chad como su vecino Sudán se acusan mutuamente de apoyar a los insurgentes rivales de cada lado y avivar los enfrentamientos, y muy seguramente ambas partes tengan su parte de razón. Jartum está empezando a pensarse muy seriamente la posibilidad de echar a los zaghawa del poder en Yamena, y ha encontrado en el FUC, con su fuerte componente árabe, un aliado natural para ello.

El pasado 13 de abril, el FUC intentó un golpe de Estado que fue abortado gracias a la ayuda de las tropas francesas instaladas en el país centroafricano. Una semana más tarde, Deby advirtió de que si cayese su Gobierno y el país entrase en guerra, el conflicto "sería más grave que el de los Grandes Lagos". Chad es un "puente" entre varias regiones africanas que no debe "romperse", recordó entonces.

El pasado 28 de abril, la organización rebelde Zócalo por el Cambio, la Unidad Nacional y la Democracia (SCUD), formada casi totalmente por zaghawa, anunció la creación de una "coordinación militar" con los grupos rebeldes de Darfur.

Los líderes de SCUD --dos sobrinos de Deby, Tom y Timan Erdimi, enriquecidos por el petróleo y el algodón-- se han comprometido a "impedir las elecciones del 3 de mayo", para lo cual no han dudado en firmar recientemente un pacto con el FUC con el objetivo de torpedear las elecciones.