Crónica Croacia.- Las autoridades croatas afrontan de forma "realista pero ambiciosa" su proceso de adhesión a la UE

Actualizado: viernes, 24 noviembre 2006 13:36

El primer ministro espera conseguirlo en 2009, pese a enfrentarse a mayores exigencias que Rumanía y Bulgaria

ZAGREB, 24 Nov. (Del enviado especial de EUROPA PRESS, Eduardo González) -

Las autoridades de Croacia esperan superar con éxito la recta final para su adhesión a la Unión Europea, una adhesión que se le presenta más complicada que la que en su momento debieron afrontar Rumanía y Bulgaria. "Somos realistas pero ambiciosos", aseguró el negociador principal de Croacia para la entrada en la UE, Vladimir Drobnjak, ante un grupo de periodistas españoles que asistieron esta semana en Zagreb al Seminario Croacia, organizado por la Representación de la Comisión Europea en España y por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Integración Europea de Croacia.

Las negociaciones de adhesión comenzaron en octubre de 2005. Según explicó a los periodistas españoles el jefe de la Delegación de la Comisión Europea en Croacia, Vincent Degert, el último informe presentado el pasado 8 de noviembre por la Comisión al Parlamento y al Consejo europeos reveló que en 2006 Croacia ha seguido progresando en cuanto a los criterios políticos, económicos y del acervo comunitario.

No obstante, el informe advirtió de que, en 2007, Zagreb debería acelerar el ritmo de las reformas, sobre todo en sectores claves como la reforma judicial y de la administración pública, la lucha contra la corrupción, la reforma económica y la plena cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), precisó Degert.

Pese a todo, el primer ministro, Ivo Sanader, está convencido de que Zagreb cumplirá en 2009 todas las condiciones impuestas por la UE y que, "si todo va bien", Croacia se unirá a la Unión ese mismo año. "Siempre es peligroso prometer una fecha y después no cumplirla, pero hay que poner una fecha que sirva para motivarse", afirmó ente los periodistas españoles.

Sanader admitió también que las condiciones impuestas por la UE a Croacia son más rigurosas que las que impuso a Rumanía y Bulgaria, pero recalcó que "es mejor así, ya que es preferible hacer cambios antes que después". Este mayor rigor "es un problema ante la opinión pública, pero Bulgaria y Rumanía han tenido problemas nuevos después de la negociación" que se hubieran evitado si se hubiera sido más exigente con ambos países, agregó.

EL INFORME

Entre los puntos que a juicio de la CE debe modificarse destaca el actual régimen administrativo croata, que "sigue registrando una influencia política indebida" y "una falta de personal cualificado".

Asimismo, la CE ha llamado la atención sobre la necesidad de modificar el actual sistema judicial. Aun reconociendo que las reformas del Gobierno han permitido cambios legislativos y organizativos que podrían mejorar el funcionamiento del sistema y la reducción de casos pendientes de solución, la CE advirtió de que la Justicia croata sigue adoleciendo de graves deficiencias en cuanto a la aceleración de los procedimientos judiciales o la racionalización del sistema judicial.

En la actualidad hay cerca de 1,2 millones de casos pendientes de solución. En España, con diez veces la misma población, el número de casos pendientes es de 2,2 millones.

La lucha contra la corrupción, fuertemente ligada a la mejora del sistema judicial, supone otro asunto de especial relevancia para la Comisión, que considera que, pese a ciertas mejoras, sigue siendo "un grave problema" y muchos casos quedan sin investigar.

"En Croacia no hay más corrupción que en otros países europeos", aseguró Sanader, quien recordó al respecto la reciente aprobación en el Parlamento croata de una estrategia para combatir este fenómeno. No es ésa exactamente la opinión del principal partido opositor, el Partido Socialdemócrata (SDP), uno de cuyos dirigentes, Daniel Mondekar, declaró a los periodistas españoles que el trabajo del Gobierno en esta materia es "bueno sobre el papel, pero muy diferente en la práctica".

El informe de la CE insiste también en la necesidad de potenciar la reconciliación tras la guerra de 1992-1995 y valora de forma particular la "plena cooperación" entre Croacia y el TPIY y las mejoras en el procesamiento de los abusos cometidos durante el conflicto, tanto más desde la detención en España, en el verano de 2005, del presunto criminal de guerra Ante Gotovina.

En cuanto a este aspecto, Vincent Degert lamentó que el recuerdo de la guerra civil esté "muy presente en el país" y que Gotovina siga siendo "considerado un héroe para muchos croatas". No obstante, Sanader declaró que la guerra "fue una agresión de Serbia a Croacia", ya que "todos los enfrentamientos sucedieron en territorio croata, en Vukovar o Dubrovnik. Croacia no atacó a Serbia", por lo que consideró inadecuada la expresión "guerra civil" para referirse al conflicto.

En todo caso quedan pendientes asuntos importantes, tanto en lo que se refiere a los procesamientos de los presuntos criminales de guerra como al regreso de los refugiados. Según la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), en abril de 2006 ya habían regresado a Croacia alrededor de 120.000 serbo-croatas huidos durante la guerra, mientras que oficialmente permanecen en Serbia, Montenegro y Bosnia cerca de 85.000 personas que seguramente han optado por integrarse en su país de exilio.

Otra cuestión importante será el papel de frontera que jugará Zagreb cuando se adhiera a la UE. Según el jefe de Operaciones en Croacia para Asuntos de Desarrollo Económico, Justicia e Interior de la UE, Constantino Longares, Croacia "tiene pasos fronterizos por todas partes", sobre todo con Bosnia, por cuyas fronteras "puede pasar cualquiera".

No obstante, Vladimir Drobnjak advirtió ante los periodistas españoles de que los países balcánicos "sólo están rodeados de países europeos", por lo que "no deben ser considerados una frontera". Por su parte, fuentes del Ministerio del Interior aseguraron que la inmigración ilegal ha bajado en los últimos años y que Croacia cuenta con 4.100 policías para controlar las fronteras.

El informe de la Comisión indica también que Croacia puede considerarse "una economía de mercado viable" y que su política de estabilidad ha permitido una bajada de la inflación, una leve aceleración del crecimiento, el aumento de la inversión privada y una disminución del desempleo.

No obstante, la CE estima que sigue habiendo desequilibrios grandes que amenazan la estabilidad macroeconómica y lamenta que se haya avanzado poco en la aplicación de los planes de privatización y reestructuración empresarial, razón por la cual el gasto público actual croata es "considerable", de un 44 por ciento, 15 puntos por encima del español.

La causa de ello, según Longares, son los "intereses creados" de funcionarios y políticos encargados de gestionar la empresas estatales. "Es una economía gestionada por unos cuantos, y esos cuantos se ayudan entre sí, es una especie de oligarquía", añadió.

EL REFERÉNDUM

Croacia participará en 2009 en las elecciones al Parlamento Europeo, de las que saldrán los 'eurodiputados' croatas que participarán en calidad de observadores en la Eurocámara. Posteriormente, una vez que se hayan cumplido todos los resquisitos para su adhesión, el Gobierno deberá convocar un referéndum.

La actual legislación croata impone, para que prospere una propuesta, un mínimo del 50 por ciento de 'síes' sobre el total de ciudadanos inscritos, al margen de cuál sea la abstención. Por ello, si la participación fuese baja se requeriría un apoyo prácticamente unánime de los votantes.

Por ello, los miembros del Equipo croata de Negociaciones para la Adhesión esperan que se pueda cambiar este aspecto de la Constitución tras las elecciones generales de 2007, ya que en estas condiciones la aprobación popular a la adhesión va a ser "imposible", según uno de los miembros del Equipo, Sisina Petrovic.