Crónica Lituania.- Lituania busca mejorar la percepción del Parlamento en los comicios de mañana

Actualizado: sábado, 11 octubre 2008 17:36

También se vota un referéndum sobre la posible continuidad de la desgastada central nuclear de Ignalina

MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los lituanos acuden mañana a las urnas por partida doble para depositar su voto en las elecciones parlamentarias y en un referéndum sobre la ampliación de la actividad de la planta nuclear de Ingalina, en principio destinada al cierre el año próximo, pero que podría permanecer abierta si el Gobierno lituano traslada a la Unión Europea el beneplácito del pueblo en el plebiscito del domingo.

Por lo que a los comicios respecta, las serias dificultades económicas que atraviesa el país sirven de contexto a unas elecciones en las que la Unión Patriótica, de centro derecha y dirigida por el ex primer ministro Andrus Kubilius aparece como principal favorita a pesar de que podría tener problemas para encontrar aliados en un hipotético Gobierno de coalición.

Sin embargo, se espera un bajo índice de participación en estos comicios, mientras crece la inflación y el fantasma de la recesión económica amenaza a la antigua república soviética. Además, queda por ver cómo se resuelve la tensión con Rusia, acrecentada tras el conflicto con Georgia por Osetia del Sur, mientras intenta progresar en su intento de adoptar el euro en 2011.

"SORDOS Y CIEGOS"

"Es un diálogo de sordos y ciegos", apuntó el analista Vyautas Bruveris en el diario 'Lietuvis Rytas', al afirmar que los partidos comparecientes carecen de un programa claro, sobre todo a la hora de abordar la crisis económica y la reforma educativa.

"La principal diferencia entre los pasados comicios y estos de ahora es que, por primera vez en ocho años, el país está experimentando serias dificultades económicas", indicó el experto del Instituto de Relaciones Políticas e Internacionales, Kestutis Girnius.

La inflación, que llegó a alcanzar el 12,5 por ciento en junio antes de descender hasta el 11 por ciento en septiembre, es especialmente hiriente en un país en el que el salario medio bruto es de 888 dólares. Y mientras el crecimiento económico ha sido de 5,2 por ciento en el segundo trimestre, los economistas anticipan un descenso acusado, debido en buena parte a la crisis financiera mundial.

OPERACIÓN TRIUNFO

Ante esta sombría perspectiva, el Parlamento --una de las instituciones peor valoradas de Lituania-- necesita de una cara nueva. La principal "estrella" de los comicios es el presentador de televisión Arunas Valinskas, anfitrión de la versión lituana de Operación Triunfo, que comparece con su Partido de la Resurección Nacional --fundado hace sólo dos meses-- y que cuenta con interesantes perspectivas: un 10 por ciento de la intención de voto, lo que le convertiría en la quinta fuerza política del país.

Frente a él, viejos conocidos como el ex presidente, Rolandas Paksas, ahora piloto de acrobacias y el único dirigente europeo expulsado de su cargo mediante una moción de censura; o el millonario Viktor Uspaskich, nacido en Rusia y conocido como "el rey Gherkin", en honor a su negocio de comida.

Los sondeos no otorgan a ninguno de ellos una mayoría parlamentaria, y se espera la celebración de una segunda vuelta para el próximo 26 de octubre.

POSTURA RESPECTO A RUSIA

El programa político de los partidos se encuentra dividido en lo que a la opinión respecto de Rusia se refiere. Partidos prorrusos, como el de Paksas --del Partido de la Ley y el Orden-- se muestran favorables a mejorar los lazos con Moscú (precisamente la turbulenta relación con un empresario ruso fue uno de los factores que aceleraron la expulsión de Paksas).

"Nuestras relaciones con Rusia deben ser pragmáticas, sabiamente pragmáticas", explicó Paksas a Reuters. El ex presidente tiene terminantemente prohibido ser miembro del Parlamento o primer ministro, pero espera que un buen resultado electoral contribuya a limpiar su nombre y permitirle participar en los comicios presidenciales de 2009.

Mientras, ha defendido su inocencia a capa y espada, calificando su moción de censura como de "golpe de estado", e intentando mantenerse en la escena pública volando con su aeroplano bajo los puentes del río Neris, y gracias al film "El Aviador" --no confundir con la película de Scorsese--, una obvia biografía de sí mismo en la que el protagonista principal es descrito como un héroe nacional.

Al otro lado del espectro se encuentra Kubilius, el candidato que más tiempo ha dedicado a criticar a Rusia y advertir a la población de un posible ataque ruso. "Las sensaciones del pueblo son fáciles de comprender: ¿Quién es el siguiente, y cuándo atacarán Lituania?, declaró.

Junto a ellos, Valinskas --quien tiene intención de rechazar su salario como parlamentario, dado que ya ha ganado bastante como presentador de "Puerta a las Estrellas"-- y Uspaskich, a quien le gusta cantar y bailar claqué durante sus discursos políticos.

Ninguna de estas opciones parece muy atractiva para los lituanos: los últimos sondeos apuntan a que el índice de participación podría ser menor del 40 por ciento. Entre los futuros abstinentes, el abogado Ina Jakubenaite, de 28 años. "Los programas políticos no difieren mucho. Hay una cantidad enorme de políticos intentando montar un show de todo esto. Ha decidido no votar esta vez, porque me enfada este espectáculo electoral", afirmó.

REFERÉNDUM

Si la planta nuclear y reliquia soviética de Ignalina cesa sus operaciones, el Gobierno lituano "no garantiza que sea capaz de adquirir energía directamente, lo que podría incrementar considerablemente los precios de la electricidad, así como la dependencia del país a la hora de importar recursos naturales", indicó el texto oficial del referéndum.

En el caso de aprobar el plebiscito, el ciudadano firmante se compromete a "aprobar la ampliación de las operaciones de la planta de Ignalina durante un período técnicamente seguro, pero no más allá de la construcción de una nueva planta nuclear".

El Gobierno espera que la aprobación del plebiscito persuada a la Comisión Europea para respaldar la extensión de la operatividad de la planta nuclear.