WASHINGTON, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario estadounidense de Vivienda y Desarrollo Urbano, Alphonso Jackson, presentó hoy su dimisión, que se hará efectiva el próximo 18 de abril, para atender asuntos personales y familiares. No aludió, sin embargo, a las investigaciones de las que es objeto por corrupción.
Jackson había sido muy criticado por varios miembros del Congreso, molestos porque el secretario se negaba a responder adecuadamente a las acusaciones, según informa la cadena estadounidense CNN. De momento no se baraja ningún nombre como posible sustituto de Jackson, amigo personal del presidente estadounidense, George W. Bush.
Jackson dijo a los periodistas en la oficina de la secretaría de Vivienda y Desarrollo Urbano que había dedicado su carrera a mejorar las oportunidades de los ciudadanos para acceder a la vivienda. En este sentido, aseguró sentirse "realmente agradecido" por haber podido "servir a América de esta manera".
"Hemos ayudado a las familias a conservar sus hogares, hemos transformado la vivienda pública, hemos reducido el número de 'sin techo' crónicos y hemos mantenido viviendas asequibles y aumentado la minoría que tiene viviendas en propiedad", enumeró.
MÚLTIPLES INVESTIGACIONES
Un consejero de Jackson dijo a la CNN que el secretario se estaba planteando en privado la posibilidad de dimitir desde el año pasado, cansado de las investigaciones éticas que han hecho que se le acuse de no poder centrarse plenamente en la crisis inmobiliaria que atraviesa Estados Unidos. Hace diez días, el senador demócrata por Connecticut Chris Dodd y la senadora demócrata por Washington, Patty Murray, pidieron su dimisión por este motivo.
El secretario ha sido acusado en una demanda de vengarse de funcionarios del sector inmobiliario en Filadelfia por impedir un acuerdo de tierras con uno de los amigos de Jackson. Por otro lado, el FBI está investigando las informaciones que apuntan a que podría haber otorgado un contrato del Gobierno federal a un compañero de golf de Carolina del Sur.
No obstante, Jackson, que llegó al cargo hace cuatro años, niega haber hecho nada incorrecto y la Casa Blanca lleva meses diciendo que Bush aún confía en él. Hasta ahora no se le ha imputado ningún cargo.
