EEUU sopesa reducir su participación en combates en Afganistán

Actualizado: domingo, 5 febrero 2012 4:24

WASHINGTON, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El Gobierno de Estados Unidos sopesa reducir su participación en los combates en Afganistán un año antes de lo previsto, pero, al mismo tiempo, mantener o incluso reforzar las fuerzas especiales encargadas de dar caza a los líderes talibán y entrenar a las tropas afganas, según han asegurado fuentes del Pentágono y del Ejército norteamericano.

   Según recoge el diario estadounidense 'The New York Times', dichas fuerzas especiales podrían permanecer en territorio afgano más allá de la fecha límite para la retirada de las tropas de la OTAN en 2014. Esto conlleva un eventual aumento del número de unidades militares estadounidenses en Afganistán pertenecientes a las fuerzas especiales, en detrimento de los soldados del Ejército, que serán los primeros en abandonar Afganistán.

   Responsables del Pentágono y estategas militares han indicado que este nuevo plan para Afganistán no responde directamente al deterioro de la situación en Irak tras la retirada concluida a finales del pasado año.

   Fuentes del Gobierno estadounidense han expresado también su deseo de mantener a algunas tropas para el entrenamiento de las fuerzas de seguridad afganas y para labores de contraterrorismo más allá del 2014. El plan de transición para los próximos tres años en Afganistán podría representar el modelo a continuar por las autoridades estadounidenses en su alianza militar con Kabul.

EL ROL DE LAS FUERZAS ESPECIALES

   En este sentido, el principal objetivo es aniquilar cualquier amenaza terrorista residual que se origine durante los meses siguientes a la retirada de las tropas norteamericanas mediante la permanencia de las fuerzas especiales. Además, Washington considera que estos cuerpos militares pueden proveer una formación más integral a las fuerzas afganas de cara al traspaso absoluto de la responsabilidad sobre la seguridad del país.

   Así pues, serán los soldados afganos los que acometerán las redadas contra las células terroristas junto con la colaboración de las mencionadas fuerzas especiales estadounidenses que permanecerán en el país centroasiático.

   Fuentes de la Casa Blanca han confirmado estos planes y han sostenido que dicho nuevo plan podría anunciarse en la cumbre de la OTAN que se celebrará en mayo en Chicago (Estados Unidos).

   No obstante, el portavoz del Consejo Nacional de Seguridad estadounidense, Tommy Vietor, ha reiterado que la retirada se realizará de "forma progresiva", mientras que el 'leitmotiv' de la misión estadounidense en Afganistán pasará del "combate al apoyo a los afganos" hasta que asuman sus responsabilidades en materia de seguridad.

   Responsables del Pentágono partícipes en este nuevo plan han abogado por que el contingente norteamericano que permanezca en Afganistán sea lo más reducido y su tarea más precisa para poder explicarlo con mayor facilidad a los ciudadanos, a tenor del descrédito que ha ido acumulando las campañas militares estadounidenses tanto en este país como en Irak.

MATIZACIONES AÚN POR ACLARAR

   Al respecto, estas mismas fuentes han puntualizado que ciertas unidades militares podrían ejecutar labores logísticas y de apoyo a servicios de transporte, atención médica y seguridad para así simplificar las tareas de las fuerzas especiales.

   En este contexto, fuentes del Gobierno han aseverado que todavía no se ha tomado ninguna decisión, ni tampoco se ha determinado los 'tempos' de la transición, aunque no descartan que se emprenda a finales de este mismo año, en el marco de la retirada de la mayoría de las tropas. Tampoco se ha precisado el número de soldados que permanecerán en Afganistán durante el proceso de la retirada, de acuerdo con estos mismos responsables gubernamentales de Washington.

   Si esta plan es aprobado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, supondría uno de los puntos de inflexión más profundos en la estrategia militar abanderada por su Ejecutivo en Afganistán desde que decidiera el envío de 32.000 tropas más para tratar de encaminar el conflicto afgano.

   Aunque esta política difiere con la llevada a cabo en Irak, donde la situación se ha agravado de forma significativa desde la retirada del Ejército estadounidense, Obama respondería así a las críticas lanzadas desde el Partido Republicano, cuyos candidatos en liza reprochan su "débil" política en Afganistán y que le acusan de huir.

   A diferencia de Irak, también, el Gobierno encabezado por Hamid Karzai se ha mostrado dispuesto a prolongar la colaboración bilateral en materia militar, lo cual incluye operaciones antiterroristas y la formación de sus tropas.

   A día de hoy, Estados Unidos tiene 90.000 soldados desplegados en Afganistán, de los cuales 22.000 está previsto que abandonen en primavera. Para el resto, el Gobierno aún no ha trazado una 'hoja de ruta', si bien ciertos sectores de la Administración estadounidense han reclamado a Obama que apruebe una nueva reducción para el verano de 2013.