París se suma a la 'obamanía' y acoge con entusiasmo la breve visita del candidato demócrata
PARÍS, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, expresaron hoy una "convergencia de puntos de vista" en los grandes asuntos de la agenda internacional y mostraron gran sintonía y complicidad tras mantener un encuentro de algo más de una hora en el Elíseo.
El tono distendido y las bromas salpicaron la larga rueda de prensa que ofrecieron después de la reunión, que se inició puntualmente a las 17.00 horas, momento en el que Sarkozy bajaba la escalinata del palacio presidencial para recibir al senador por Illinois, que nada más salir del coche fue objeto de una nube de flashes. Ambos posaron luego sonrientes ante la prensa, más de 200 periodistas acreditados.
A diferencia de la visita que realizó a París la pasada primavera el candidato republicano, John McCain, que pasó prácticamente inadvertida, la ya famosa 'obamanía' ha llegado a la capital francesa, donde muchos curiosos se agolpaban en las proximidades del Elíseo para corear el nombre del político estadounidense.
Desde Afganistán hasta Oriente Próximo, pasando por Irán, Obama y Sarkozy dejaron claro que comparten el diagnóstico y la importancia de las relaciones transatlánticas, sea quien sea el próximo presidente de Estados Unidos.
"Francia está contenta de recibir a Barack Obama porque es americano. Y los franceses aman a los americanos", lanzó un irónico Sarkozy provocando las risas del auditorio. La escala francesa de Obama era vista por los observadores como la más delicada de la gira europea del político norteamericano, dadas las pasadas desavenencias entre París y Washington en política internacional, especialmente a raíz de la guerra de Irak.
Obama puso de relieve que había que superar las "caricaturas" y los "estereotipos" que persisten a ambos lados del Atlántico y que ni Europa ni Estados Unidos deben subestimar el interés mutuo que existe para mejorar las relaciones transatlánticas.
Además, adelantó que se alejará del unilateralismo y escuchará a sus aliados en política exterior. "Una política exterior eficaz no se basará simplemente en nuestra capacidad de ser poderosos, sino en sentar las bases de un consenso", dijo. "No vamos a actuar sólo en favor de nuestros intereses sino que vamos a escuchar a nuestros aliados", aseguró Obama evitando, no obstante, criticar al actual presidente de Estados Unidos.
El ámbito del consenso lo trasladó Obama al área del cambio climático, que adelantó que será una de sus prioridades si llega a la Casa Blanca, no sólo porque es un enorme "desafío" para articular una política energética menos dependiente del combustible fósil sino por su importancia desde el prisma de "la seguridad".
AFGANISTÁN E IRÁN
Por otro lado, resaltó que Estados Unidos y Europa "pueden y deben" hacer más cosas juntos en objetivos comunes. Entre ellos, en seguridad, incluido el proceso de paz entre israelíes y palestinos, Irán o Afganistán, donde tras agradecer a Sarkozy su implicación con el envío de tropas suplementarias, subrayó la necesidad de que Estados Unidos refuerce su presencia con dos brigadas más.
"No tenemos el derecho de perder en Afganistán. Allí se juega una partida extremadamente importante", dijo por su parte el mandatario galo. En el capítulo sobre Irán, Obama y Sarkozy se mostraron de acuerdo en que la situación es "grave" y conviene enviar un claro mensaje a Teherán para que ponga fin a su programa nuclear.
El candidato demócrata expresó su apoyo al plan europeo para reactivar la vía diplomática y dijo que Irán debe saber que si cambia de actitud será bien recibida en la comunidad internacional pero si no se incrementarán las sanciones. También elogió las intenciones de Sarkozy de reforzar la política europea de defensa.
Obama tuvo palabras de reconocimiento hacia el Gobierno aperturista de Sarkozy --"es la esencia de lo que llamamos el sueño americano", dijo-- y admitió que otra cosa que le inspira es la "energía" del presidente galo.
"Le pregunté qué come para saber cómo tener siempre tanta energía como tiene este hombre, que está moviéndose todo el tiempo", bromeó. Sarkozy le deseó "suerte", sin caer, no obstante, en la trampa de mostrar su preferencia por uno u otro candidato.
"Son los americanos los que eligen a su presidente. No yo", respondió el mandatario galo, que dijo ver en Obama un candidato que "mira al futuro y no al pasado". "Si es él, Francia estará muy contenta. Si no es él, Francia será amiga de Estados Unidos", zanjó un Sarkozy que se encargó de resaltar los puntos que le unen al senador por Illinois.
"En Europa miramos con mucho interés lo que haces. En Europa, querido Barack Obama, hay mucha gente que tiene historias múltiples, que no son franceses totalmente clásicos. No todo el mundo se llama Sarkozy aquí ni Obama en Estados Unidos", subrayó.
