MANILA, 26 Dic. (Reuters/EP) -
Una facción rebelde escindida del Frente Moro Islámico de Liberación (MILF), el principal grupo rebelde musulmán filipino, ha asesinado a nueve civiles en el sur de Filipinas en dos ataques cometidos durante la noche de Nochebuena, según han informado las autoridades este sábado, recordando así que la volatilidad aún persiste en la región pese a los recientes adelantos conseguidos en el proceso de paz.
El Ejército abatió a cuatro miembros de esta facción, los Combatientes de la Libertad Islámica de Bangsamoro, un grupo que se opone al acuerdo de paz alcanzado entre el Gobierno y el MILF, después de que éste perpetrara un ataque en una localidad agricultora de la provincia de Sultan Kudarat, en la isla de Mindanao.
Miriam Ferrer, negociadora jefa de la parte gubernamental en las conversaciones de paz con el MILF, ha afirmado que a siete agricultores se les disparó a quemarropa mientras trabajaban en sus campos de arroz, y otros dos civiles fueron asesinados en un ataque con granada en una capilla en la provincia de Cotabato Norte.
Ferrer ha informado de que los rebeldes también tomaron a varios civiles de rehenes en el ataque de Sultan Kudarat para utilizarlos de escudos humanos cuando los soldados comenzaron a perseguirlos, pero finalmente éstos fueron liberados.
El grupo de Bangsamoro se escindió de la principal organización rebelde musulmana del país en 2011 para luchar por la creación de un estado islámico en el sur del país, principalmente católico, un objetivo que comparte con otro pequeño grupo de insurgentes, Abu Sayyaf, que se ha dado a conocer por sus bombardeos, decapitaciones y secuestros de extranjeros en la parte oeste de Mindanao.
El alto el fuego con el MILF se mantiene, mientras el Gobierno y las guerrillas comunistas declararon un alto el fuego desde el 23 de diciembre a nivel nacional por las vacaciones de Navidad y Año Nuevo. El sábado, el grupo rebelde, liderado por los maoístas, también celebra su 46º aniversario.
SEGURIDAD REFORZADA
Las fuerzas de seguridad han elevado la alerta alrededor de los centros comerciales, iglesias, estaciones de autobús y terminales de ferris durante las vacaciones para evitar posibles ataques.
Las autoridades policiales han asegurado que el grupo que está detrás de los ataques del 24 de diciembre en Mindanao ha jurado lealtad al autodenominado Estado Islámico, pero no tienen pruebas que los relacionen directamente con insurgentes del grupo en Irak o Siria, ni tampoco de que ningún filipino haya viajado a Oriente Próximo a unirse a las filas del grupo insurgente.
