Actualizado: domingo, 23 marzo 2008 17:56
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   SANA, 24 Mar. (Reuters/EP) -  

   El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y Al Fatá firmaron ayer un acuerdo de reconciliación, de iniciativa yemení, por el que se comprometen a reanudar conversaciones directas después de meses de hostilidades.

   Delegaciones de las dos facciones palestinas enfrentadas se reunieron en Sana a primera hora de ayer en el último de los esfuerzos por alcanzar un compromiso sobre el futuro de la Franja de Gaza y Cisjordania.

   "Nosotros, los representantes de Al Fatá y Hamás, aceptamos la iniciativa yemení como marco para reanudar el diálogo entre los dos movimientos para devolver la situación palestina a lo que era antes de los incidentes de Gaza", reza la Declaración de Sana.

   El acuerdo, que fue suscrito por el máximo negociador de Hamás, Mussa Abu Marzuk, y por un dirigente de Al Fatá, Azzam al Ahmed, también reafirma la "unidad del pueblo, el territorio y la autoridad palestinos".

   Las conversación se iniciaron la pasada semana a propuesta del presidente yemení, Ali Abdulá Salé, y sufrieron estancamientos varias veces. El presidente yemení presionó a ambas partes para que aceptaran mantener negociaciones directas a principios de abril, conforme al plan que pretende devolver a la Franja de Gaza a la situación previa a la toma de poder por parte del Movimiento de Resistencia Islámica el pasado mes de junio.

   El asunto del futuro de Gaza ha sido un punto importante de controversias, ya que Al Fatá pedía a Hamás que entregara el control del territorio.

   Un responsable de Hamás aseguró que su movimiento pedía que lo mismo se aplicara a Cisjordania, donde la Autoridad Palestina, controlada por Al Fatá, expulsó al Gobierno dirigido por Hamás y detuvo a algunos de sus simpatizantes.

   El plan yemení también contempla la celebración de elecciones, la creación de otro gobierno de unidad y la reforma de las fuerzas de seguridad palestinas conforme a criterios nacionales y no partidistas.

   Al Fatá aseguró que sólo aceptaría mantener conversaciones de reconciliación directas con Hamás si el movimiento se comprometía primero a renunciar al control de la Franja Gaza, donde viven unos 1,5 millones de palestinos.