El jefe de la junta militar de Tailandia, el general Prayuth Chan Ocha
GOBIERNO DE TAILANDIA
Actualizado: miércoles, 10 agosto 2016 9:45

MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -

Human Rights Watch (HRW) ha asegurado que el referéndum constitucional celebrado en Tailandia el domingo no fue "justo" porque vino precedido por una campaña de represión de la junta militar contra todos aquellos que apoyaban el rechazo al texto constitucional, al tiempo que ha dejado claro que la nueva Carta Magna "profundiza la dictadura" actual.

"La campaña de represión de la junta contra los detractores del proyecto de Constitución garantizó que el referéndum no sería justo", ha afirmado el director para Asia de HRW, Brad Adams. "En lugar de la prometida vuelta a la democracia con un gobierno civil, la nueva Constitución facilita un poder militar que no rinde responsabilidades y profundiza la dictadura"

En la consulta del domingo, según los resultados provisionales, la mayoría de los electores tailandeses aprobaron el nuevo texto constitucional, que mantiene la influencia de las Fuerzas Armadas. También aprobaron que los senadores, elegidos por la junta militar y no por sufragio, aprueben junto con los diputados el nombramiento del primer ministro.

HRW ha subrayado que los "elementos clave" de la nueva Carta Magna buscan "reforzar el control militar" sobre los partidos políticos. "Como ha dicho la junta, la nueva Constitución contiene premisas que harán extremadamente difícil que un solo partido consiga una mayoría en la Cámara Baja, integrada por 500 diputados. Esto permitirá a los 250 senadores elegidos por la junta tener un papel crítico en el Parlamento, también en la elección del primer ministro, que ya no tendrá que ser un parlamentario electo", ha advertido HRW.

La ONG ha recordado que el Consejo Nacional para la Paz y el Orden --denominación oficial de la junta castrense que dirige el general Prayuth Chan Ocha-- tendrá derecho a colocar como senadores a algunos de sus principales miembros, como son el ministro permanente de Defensa, el comandante supremo, los jefes del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea y el jefe de la Policía. "De acuerdo con la nueva Constitución, tanto el nuevo Gobierno como el Parlametno tendrán que cumplir el plan de 20 años de reformas impulsado por la junta", ha asegurado HRW.

La organización de defensa de los Derechos Humanos ha asegurado que, desde el golpe de Estado de mayo de 2014, la junta ha "reprimido gravemente las libertades y los derechos" de los tailandeses y ha recordado que la Constitución interina, aprobada tras la asonada, permite a las autoridades castrenses desarrollar políticas sin supervisión alguna ni rendición de cuentas, también en el caso de violaciones de los derechos Humanos.

La nueva Carta Magna contempla en su sección 279 que todos los anuncios, órdenes y acciones de la junta militar son consideradas constitucionales y de obligado cumplimiento. "La nueva Constitución garantiza que la junta militar no tendrá que rendir cuentas por la larga lista de violaciones de Derechos Humanos llevadas a cabo desde que tomó el poder en 2014", ha afirmado Adams.

Tras señalar que la junta militar "ha ignorado" los llamamientos de Naciones Unidas y de diversos países para que respete la libertad de expresión respecto al proyecto constitucional, HRW ha denunciado que las autoridades castrenses han interpretado las críticas a la nueva Carta Magna como actos de difusión de "información falsa", lo que supone una amenaza a la seguridad nacional de acuerdo con la Ley de Referendos.

"Las autoridades han arrestado a 120 políticos, activistas, periodistas y seguidores de movimientos políticos que han criticado el proyecto constitucional, han dicho que votarán no, han emplazado a rechazar la Constitución o que han intentado supervisar el proceso. Los declarados culpables de incumplir la Ley de Referendos podrían afrontar hasta diez años de prisión. Los casos serán tramitados por tribunales militares, no civiles", ha alertado HRW.

Adams ha denunciado que la junta ha utilizado el referéndum para impulsar "un clima del miedo" y ha dejado claro que la nueva Carta Magna reforzará la gestión "abusiva y sin rendición de cuentas" de las autoridades castrenses. "Naciones Unidas y los amigos de Tailandia tienen que reforzar sus llamamientos para el final de los abusos de los Derechos Humanos y a favor de las verdaderas reformas democráticas", ha concluido.

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