Actualizado 12/12/2025 14:47

Abrillanta sartenes sin bicarbonato ni limón: la mezcla que tienes en casa y limpia como productos caros

Abrillanta Sartenes Sin Bicarbonato Ni Limón: La Mezcla Que Tienes En Casa Y Limpia Como Productos Caros
Abrillanta Sartenes Sin Bicarbonato Ni Limón: La Mezcla Que Tienes En Casa Y Limpia Como Productos Caros- UNSPLASH - NATHAN DUMLAO

MADRID 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

Mantener las sartenes limpias y relucientes puede ser todo un desafío, sobre todo cuando la grasa y los restos de comida se quedan pegados tras cocinar. Por fortuna, existen diversos métodos caseros que permiten abrillantar las sartenes y devolverles su aspecto original sin necesidad de recurrir a productos comerciales caros.

Uno de los más conocidos es la mezcla de bicarbonato y limón, que actúa como abrasivo suave y ayuda a eliminar la suciedad incrustada. Sin embargo, existen alternativas con ingredientes igual de comunes en casa que son también efectivos en ciertos tipos de sartenes si se utiliza correctamente.

LA ALTERNATIVA PARA ABRILLANTAR LAS SARTENES

Una de ellas es combinar jabón de lavavajillas con sal. Esta mezcla resulta eficaz porque cada componente cumple una función específica: la sal actúa como un abrasivo suave que despega la grasa y los restos de comida pegados, mientras que el jabón disuelve la grasa acumulada.

Este método suele ser seguro en sartenes de acero inoxidable o sin recubrimiento antiadherente, siempre que se utilice una esponja suave y no se ejerza demasiada fuerza al frotar.

Sin embargo, no todos los tipos de sartenes reaccionan igual. En sartenes antiadherentes, como las de teflón o cerámica, la sal puede rayar el recubrimiento si se frota con fuerza, acortando su vida útil. Por otro lado, en sartenes de hierro fundido o acero al carbono, el uso de lavavajillas puede dañar la capa de curado que protege el metal.

CÓMO LIMPIAR CON JABÓN Y SAL DE MANERA SEGURA

Fabricantes como Westwing explican que, para hacer uso de la mezcla de sal y jabón de forma segura, es recomendable aplicarla únicamente de manera puntual, utilizando poca cantidad de sal y siempre con una esponja blanda. Nunca se debe emplear un estropajo metálico, ya que podría rayar la superficie de la sartén y reducir su durabilidad.

Para la limpieza habitual, lo más seguro es recurrir únicamente a agua caliente, un poco de jabón de lavavajillas y una esponja suave. La sal debe reservarse únicamente para manchas muy rebeldes o suciedad muy incrustada, evitando así daños en las sartenes y garantizando que se mantengan en buen estado por más tiempo.

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