BUDAPEST, 23 Sep. (EP/AP) -
La tensión política en Hungría continúa notándose en Hungría, aunque esta noche por primera vez desde el comienzo de la crisis no se han registrado incidentes violentos.
A mediodía de hoy, unas 500 personas volvieron a reunirse delante del Parlamento húngaro, donde se ha instalado una cocina improvisada donde los manifestantes preparan sopa y estofado húngaro en grandes calderos.
Unas 7.000 personas acudieron a la concentración en la tarde de ayer viernes, 3.000 menos que en los días anteriores, lo que sugiere una disminución del descontento popular.
Las protestas comenzaron después de que el pasado domingo saliera a la luz una grabación hecha en mayo en la que el primer ministro, Ferenc Gyurcsány, admitía que había "mentido mañana, tarde y noche" a los ciudadanos sobre la economía del país para ganar las elecciones. El lunes por la noche, miles de personas se congregaron ante el Parlamento pero la protesta degeneró en violencia cuando un grupo de manifestantes intentó irrumpir en la sede de la televisión húngara.
Los incidentes violentos provocados por los manifestantes que trataban de asaltar edificios simbólicos como la sede del Partido Socialista, en el poder, o la radio que hizo públicas las declaraciones del primer ministro han dejado cientos de heridos y daños materiales que podrían alcanzar los cientos de miles de euros. Las autoridades han detenido a unas 150 personas desde que comenzaron los incidentes.
Los opositores continúan su actividad contra el Gobierno, pero el principal partido de la oposición, de centro derecha, ha accedido a la petición del primer ministro y suspendió una gran manifestación prevista para hoy para evitar más incidentes.
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