MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
La incertidumbre y nuevos disturbios amenazan al pueblo de Somalia, ya asolado por el desplazamiento, el conflicto, la sequía y la hiperinflación, después de que el presidente del Gobierno interino, Abdullahi Yusuf, dimitiera hoy, según la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.
Yusuf dimitió después de los desacuerdos con el Parlamento y su primer ministro, así como por la presión ejercida por la comunidad internacional. "El presidente Abdullahi Yusuf dimitió hoy a las 10.00, hora local, y el presidente del Parlamento, Sheij Aden Madobe, es ahora el presidente en funciones hasta que se elija uno nuevo", declaró a IRIN el portavoz gubernamental, Abdi Haji Gobdon.
Gobdon añadió que el Parlamento tiene que elegir a un nuevo presidente en los próximos 30 días, de acuerdo con la Constitución del país. La dimisión de Yusuf llega días después de que el hombre que designó como primer ministro, Mohamed Mahamud Guled, dimitiera desafiando al Parlamento.
Yusuf, un antiguo señor de la guerra, fue elegido hace cuatro años por un período de cinco años con la esperanza de que trajera la paz y la estabilidad a este país devastado por la guerra. De acuerdo con fuentes locales, Yusuf, en su discurso de dimisión, declaró ante el Parlamento que había fracasado en su tarea y culpó a los somalíes y a la comunidad internacional de su fracaso.
Yusuf y el primer ministro somalí, Nur Hassan Hussein, se habían enfrentado por los intentos de negociar un acuerdo de paz con la oposición liderada por los islamistas. Yusuf se opuso a las conversaciones de paz realizadas en Yibuti, que fueron mantenidas por representantes del Gobierno Federal de Transición y una facción de la Alianza para la Reliberación de Somalia, una facción de un grupo opositor con base en Eritrea y que está liberado por el jeque Sharif Sheij Ahmed.
El ex presidente calificó estas conversaciones de "plan para debilitar su poder", según un observador político de Somalia. "Vio todo el proceso como un camino para ponerle en segundo lugar", añadió.
De acuerdo con este observador, Yusuf podría aún plantear un obstáculo serio para la paz en el país. "Lo más probable es que restablezca su base política en Puntlandia y utilice esto como moneda de cambio", aseguró.
FIN DE LOS SEÑORES DE LA GUERRA
Una fuente de la sociedad civil de Somalia declaró que la salida de Yusuf sería positiva si esto significa el fin del "caudillismo" en el país. "Si marca el fin de la era de los señores de la guerra, entonces es positivo y damos la bienvenida a este hecho", señaló.
Un gran número de somalíes recordará a Yusuf como el hombre que introdujo a las fuerzas etíopes en Somalia, que condujeron a una insurgencia feroz y al desplazamiento de casi un millón de personas. Durante los dos últimos meses, los insurgentes islamistas de Al Shabaab, los nacionalistas y los clanes de las milicias que se oponen a las fuerzas extranjeras han tomado el control de más de una decena de localidades, de acuerdo con un periodista local.
El Gobierno de Transición tienen el control sólo de Mogadiscio y de la ciudad de Baidoa, a 240 kilómetros al suroeste de Mogadiscio, donde tiene su sede el Parlamento. Al menos 16.000 somalíes han muerto entre 2007 y 2008 y más de 30.000 han resultado heridos, según las ONG locales. De acuerdo con la ONU, cerca de 2,6 millones de somalíes dependen de la ayuda humanitaria, aunque se espera que el número alcance los 3,5 millones.
Somalia también tiene los niveles de malnutrición más altos de todo el mundo, con más de 300.000 niños que sufren malnutrición aguda todos los años, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
DECISIÓN VALIENTE
Mientras, el enviado especial de Naciones Unidas a Somalia, Ahmedu Uld Abdalá, pidió hoy al pueblo somalí unidad y solidaridad entre la sociedad de esta nación después de la dimisión de su presidente que calificó como "patriótica y valiente".
"Mi opinión es que es la primera vez en la historia moderna de Somalia que un presidente ha decidido abandonar la Administración de forma pacífica", subrayó este representante del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon. "Es una decisión patriótica y valiente".
"En efecto, el presidente Yusuf ha tomado su valiente decisión de forma propia y con una independencia total. No tengo ninguna duda de que los miembros de su familia, sus amigos y aliados apoyan esta decisión", manifestó Uld Abdallah.
Al subrayar que "ahora se abre una nueva página de la historia de Somalia", el representante especial pidió al pueblo somalí que apoye al presidente en este momento "histórico" y pidió unidad y solidaridad. También añadió que es el momento para que los amigos de Somalia ayuden al país "y que los saboteadores terminen con su comportamiento destructivo".
El recrudecimiento en los enfrentamientos a lo largo de este año en Somalia, que carece de un gobierno central desde 1991, ha provocado un sufrimiento humanitario masivo y un desplazamiento generalizado.
La violencia continúa a pesar de la firma, el pasado mes de junio, del acuerdo de paz facilitado por la ONU y conocido como Acuerdo de Yibuti, suscrito por el Gobierno Federal de Transición y la Alianza para la Reliberación de Somalia, por el cual ambas partes acordaron poner fin al enfrentamiento y pidieron a la ONU que desplegara una fuerza internacional para estabilizar el país.
Aunque Ban declaró que se ha realizado cierto progreso en el proceso de paz de Yibuti, también manifestó que las condiciones aún no son las adecuadas para una operación de paz de la ONU en Somalia.
En vez de esto, recomedó fortalecer la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) a través de apoyo financiero y logístico, un entrenamiento necesario y otras medidas de refuerzo facilitadas por la ONU y los Estados miembro.