MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno iraquí ha puesto en marcha una serie de medidas dirigidas a favorecer el regreso a sus hogares de los más de cuatro millones de desplazados internos y refugiados que se vieron obligados a abandonarlos por la guerra.
La más importante de estas iniciativas es el pago de indemnizaciones valoradas en 1,8 millones de dinares iraquíes (unos 1.500 dólares) para las familias que están ocupando ilegalmente las viviendas de desplazados de distinta confesión religiosa y para quien quiera regresar a su casa, informó el Gobierno en un comunicado, que remarca que el objetivo es ayudar a las familias que tengan que alquilar otras viviendas.
En otra de las medidas se estipula el pago mensual durante tres meses de 150.000 dinares (unos 145 dólares) a cada familia desplazada que todavía no ha podido volver a su casa, con el fin de facilitarles el regreso.
En el plan lanzado por el Gobierno también se incluyen ayudas para los iraquíes que han huido a países vecinos. Así, se les proporcionaría un billete de vuelta gratuito, el traslado también gratuito de sus pertenencias, así como una compensación por los daños que hayan podido sufrir sus casas.
"Estas decisiones están diseñadas para facilitar y agilizar el regreso de las familias desplazadas a sus hogares para estimular la coexistencia pacífica entre las diferentes comunidades de Irak en áreas mixtas", indica el comunicado.
4,2 MILLONES DE DESPLAZADOS Y REFUGIADOS
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima que más de 4,2 millones de iraquíes se han visto obligados a huir de sus hogares desde la invasión estadounidense del país en marzo de 2003. De ellos, unos 2,2 millones viven como refugiados en países vecinos, la mayoría en Siria y Jordania, mientras que el resto siguen en Irak.
Según la agencia de noticias de Naciones Unidas, IRIN, las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno iraquí han sido bien recibidas por algunos refugiados internos y por analistas de Bagdad. "Es realmente alentados", consideró Abu Ali, un iraquí de 55 años y padre de seis hijos que tuvo abandonar su barrio del oeste de la capital.
Ali explicó que desde hace unos años vive en otro barrio de Bagdad, Harithiyah, situado en el centro, y que en su ausencia otra familia de desplazados internos ocupó su casa a principios de 2007, negándose a pagar un alquiler.
En su opinión, la nueva política gubernamental ayudará "mucho" a su familia "porque la situación de seguridad ha mejorado en nuestro barrio desde principios de este año".
Por su parte, el analista iraquí Adil Muhsin al Baghdadi señaló que las medidas del Ejecutivo liderado por el chií Nuri al Maliki son positivas para acabar con el problema de los desplazados. "El Gobierno ha conseguido algunos objetivos en seguridad y quiere mantenerlos especialmente con respecto al problema del desplazamiento", subrayó Al Baghdadi, director del Centro de Investigación Hiwar.