MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -
La situación en que se encuentran los desplazados internos y de los refugiados iraquíes en países vecinos se convertirá en un problema tanto regional como internacional porque el Gobierno de Bagdad aún no ha adoptado una política clara al respecto.
Así lo aseguró el presidente de la Comisión de Desplazamiento y Migración del Parlamento, Abdul Khaliq Zankana, quien indicó que "el Gobierno es claramente incapaz de solucionar el problema de los desplazados internos y no hay una política clara y comprensiva para devolverles a sus hogares".
"Estos problemas golpearán a la sociedad y seguridad iraquíes. La ausencia de apoyo y soluciones adecuadas les hará una víctima fácil de las milicias y las bandas armadas dentro de Irak (les harán) "posibles reclutas de los servicios de inteligencia fuera de Irak", señaló Zankana.
Desde principios de este año, la Comisión que preside Zankana ha pedido al Gobierno iraquí la puesta en marcha de una política a largo plazo que permita abordar con efectividad el problema de los desplazados y refugiados, proponiendo que entre el tres y el cinco por ciento de los ingresos derivados del petróleo sean destinados a la financiación de programas de asistencia.
"Todas estas demandas y peticiones han desaparecido", explicó, al tiempo que advirtió de la posible dimisión de todos los miembros de la Comisión debido a que no se están tomando "las medidas adecuadas para solucionar el problema".
Según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), unos 4,2 millones de iraquíes han huido de sus hogares desde los años ochenta, la mayoría de ellos desde la invasión estadounidense en marzo de 2003. De éstos, dos millones viven como refugiados en países vecinos, sobre todo en Siria y Jordania, mientras que 2,7 millones son desplazados internos.
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