ROMA, 11 Abr. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
La Policía italiana está investigando un posible intento de fraude electoral por parte de exponentes de la mafia calabresa --la 'Ndrangheta-- de los votos de los italianos que residen en el extranjero, y en concreto, en algunas circunscripciones latinoamericanas, según confirmó hoy la sección antimafia de la Policía italiana.
Según la prensa, el clan mafioso 'Piromalli' habría intentado utilizar para estos fines a algunos cónsules honoríficos italianos. En concreto, estarían involucrados un hombre de negocios siciliano y un parlamentario también originario de Sicilia y candidato a las próximas elecciones, de quien todavía no se conoce ni el nombre ni el partido.
La noticia, que apareció hoy en varios periódicos locales, fue confirmada por la dirección antimafia de Reggio Calabria, que resaltó lo "delicado" del tema, a sólo dos días de la votación, especialmente porque muchos de los detalles que ha difundido la prensa "deberían haber permanecido reservados".
"Sería irresponsable por nuestra parte revelar más detalles" al respecto, aseguró el procurador Francesco Scuderi y sólo "después del voto, podremos ofrecer más noticias", añadió.
Por su parte, el ministro del Interior, Giuliano Amato, aseguró que los consulados italianos han sido "alertados" ante el riesgo de posibles embrollos. Amato también intentó calmar los ánimos al asegurar que "las medidas adoptadas por el ministerio de Exteriores" habrían llegado a tiempo y habrían "prevenido el daño".
Aun con todo, "para quien cree en la democracia, saber que hay personas que tratan de intercambiar dinero por votos nunca puede ser satisfactorio", declaró Amato, al tiempo que pidió que "no se ponga en duda la calidad" del Ministerio del Interior.
Por esta razón y para garantizar a todos la transparencia y seguridad con que se llevará a cabo el escrutinio de los votos, Amato ha decidido invitar a sus predecesores en el cargo --Roberto Maroni, Claudio Scajola, Giuseppe Pisanu, Enzo Bianco-- a seguir con él la noche electoral.
El ministro confió en que este gesto pueda servir para "tranquilizar los ánimos". Además aprovechó la ocasión para advertir sobre un "posible retraso de los datos", dada la "complejidad" de estas elecciones y las medidas de seguridad y legalidad que el ministerio pondrá en marcha.
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