Un relator de la ONU pide imponer sanciones y recortar el acceso de la junta a armas y financiación para salvar vidas
MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha alertado este martes de un "empeoramiento" de la situación en Birmania a medida que los militares de la junta militar que gobierna el país desde el golpe de Estado llevan a cabo ataques "indiscriminados".
Turk ha lamentado que la crisis humanitaria en Birmania, que no deja de deteriorarse tras tres años del golpe de Estado, se encuentra ahora "en caída libre" ante la "falta de atención" por parte de la comunidad internacional. "En medio de todas las crisis en el mundo, es importante que no se olvide a nadie. El pueblo de Birmania lleva sufriendo demasiado tiempo", ha dicho, según un comunicado.
"Desde finales de octubre del año pasado, su situación se ha deteriorado aún más como consecuencia de las tácticas establecidas desde hace tiempo por los militares para llevar a cabo sus ataques", ha declarado a tan solo dos días del aniversario de la asonada militar.
En este sentido, ha afirmado que las "batallas campales entre los militares y los grupos armados de la oposición han provocado desplazamientos masivos y víctimas civiles". "A medida que los militares han sufrido reveses en el campo de batalla, han arremetido contra ellos, lanzando oleadas de bombardeos aéreos indiscriminados y ataques de artillería", ha explicado.
Fuentes cercanas al asunto han indicado que más de 554 personas han muerto desde el pasado mes de octubre. En total, durante el año 2023 murieron unos 1.600 civiles, lo que supone un aumento de unos 300 respecto al año anterior. Hasta el 26 de enero se había documentado la detención de casi 26.000 personas "por motivos políticos", de las cuales 19.973 permanecen recluidas y, algunas de ellas, "sometidas a tortura y abusos sin la esperanza de un juicio justo".
Unas 1.576 personas han muerto en los últimos tres años mientras se encontraban encarceladas, según ha matizado Turk, que ha indicado que las "tácticas militares se han centrado sistemáticamente en castigar a los civiles que consideran que apoyan a sus enemigos".
"En consecuencia, los militares han atacado sistemáticamente a civiles y objetos protegidos por el Derecho Internacional Humanitario, especialmente instalaciones médicas y escuelas", ha puntualizado antes de sostener que "los bombardeos y ataques aéreos indiscriminados ponen de manifiesto la falta de medidas para proteger a los civiles sobre el terreno, incluida la interrupción de las comunicaciones básicas que ayudarían a advertir a los civiles de los combates para poder alejarse del peligro".
SITUACIÓN DE LOS ROHINGYAS
En este sentido, ha denunciado que los servicios de comunicación e Internet se encuentran sometidos a cortes parciales, totales o intermitentes decenas de municipios, especialmente en el estado de Rajine, en el oeste del país. Dicho estado se ha visto especialmente afectado desde que se reanudaron los combates en noviembre.
"Muchas comunidades, especialmente los rohingyas, ya estaban sufriendo las consecuencias del ciclón 'Mocha' y de la limitación del acceso a la ayuda humanitaria y a la prestación de asistencia por parte del Ejército. Ahora ha hay varios informes que registran muertos y heridos rohingyas en el marco de los bombardeos de la junta contra aldeas rohingyas", ha recalcado.
Por ello, ha hecho hincapié en que las partes "deben tener un cuidado para no causar daños a la población civil ni a los bienes de carácter civil a la hora de realizar sus operaciones militares". "La comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para que los militares rindan cuentas", ha manifestado.
"Esta crisis sólo se resolverá insistiendo en la rendición de cuentas de los dirigentes militares, la liberación de los presos políticos y el restablecimiento del gobierno civil", ha subrayado Turk.
Este mismo martes, el relator especial de la ONU sobre la situación de los Derechos Humanos en el país, Tom Andrews, ha incidido en que los Estados miembro de la ONU deben "reevaluar las condiciones en Birmania y actuar urgentemente para salvar la vida de los más vulnerables frente a los ataques indiscriminados de la junta".
"La junta está respondiendo a pérdidas humillantes atacando a civiles con bombardeos aéreos y de artillería en ciudades y pueblos capturados por las fuerzas de oposición. Los crímenes de la junta son posibles gracias a un importante suministro de armas sofisticadas procedentes de fuentes fuera de Birmania. Esto crea a la vez una oportunidad y una obligación para que la comunidad internacional actúe", ha explicado.
Asimismo, ha instado a la comunidad internacional a "cortar el acceso de la junta a las armas y financiación" y a imponer sanciones. "Sabemos que las sanciones internacionales están funcionando. Las sanciones dirigidas a bancos y empresas controlados por la junta, a traficantes de armas y a combustible de aviación han menoscabado la capacidad de la junta para llevar a cabo ataques contra el pueblo. Ahora deben extenderse a nuevos objetivos y aplicarse enérgicamente para maximizar su impacto", ha aclarado.
