JERUSALÉN, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha propuesto que la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), de la que forman parte 1.100 militares españoles, asuma el control de la parte norte de localidad de Ghajar, que se encuentra dividida entre Israel y Líbano para que el Ejército israelí pueda replegarse al lado israelí de la frontera.
Israel, sin embargo, rechaza esta iniciativa y afirma que cualquier consideración sobre la cuestión en el futuro deberá fijarse en un documento por escrito suscrito por el Gobierno libanés, según informa el diario israelí 'Haaretz'.
El nuevo plan fue presentado a Israel en varias reuniones celebradas entre representantes de FINUL e israelíes, entre los que estaba el jefe del Estado Mayor israelí, Gabi Ashkenazi, quien el mes pasado se reunió con el comandante de la FINUL, el general italiano Claudio Graziano.
El plan prevé que FINUL asuma el control y la responsabilidad completa sobre la parte norte de la localidad. También deberá suministrar todos los servicios necesarios a la población local.
España mantiene desplegado desde otoño de 2006 un destacamento de 1.100 militares al frente del Sector Este de la FINUL. El grueso de las tropas se concentra en la Base Miguel de Cervantes, situada en Marjayún, y al frente de varios puestos de observación distribuidos en la zona oriental de la denominada 'línea azul', que marca la frontera con Israel. El contingente español se completa con varios oficiales destinados en el Cuartel General de la misión de Naciones Unidas en Líbano, situado en Naqura.
Amparada en la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la misión de los 'cascos azules' se centra en garantizar el cumplimiento del alto el fuego entre Hezbolá y el Ejército israelí y en colaborar con el Gobierno libanés para que extienda su autoridad en toda la zona sur del país. Los soldados españoles se encargan además de realizar labores de desminado y asistencia sanitaria, entre otros cometidos.
En la respuesta oficial a la nueva propuesta, Israel indicó que la cuestión no es relevante en este momento, especialmente porque Líbano rechazó una iniciativa similar hace un año. En marzo de 2007 Israel aprobó una acuerdo que recogía la retirada del norte de Ghajar y su entrega a FINUL y al Ejército libanés, responsables a partir de entonces de su seguridad. Además, Israel seguiría suministrando los servicios básicos a la población local. El Gobierno libanés no lo aplicó, en parte debido a la crisis política que vivía ya el país.
Desde entonces Israel pide como condición previa que cualquier debate futuro sobre la cuestión conlleve un acuerdo escrito firmado oficialmente por el Gobierno libanés.
Ahora Israel enumera sus argumentos para rechazar la iniciativa de la ONU. Entre las razones militares está que Ghajar es un punto débil de las defensas de su frontera norte. Además, el Ejército considera que Ghajar tiene una importancia estratégica para la obtención de información de inteligencia y que es fundamental para frustrar posibles operaciones de Hezbolá, sobre todo intentos de secuestro.
El Ejército israelí también cree que aunque la FINUL tenga voluntad y opere en la zona, no va a desplegarse del modo necesario requerido por las complejas operaciones necesarias para garantizar la seguridad de Israel.
Desde el punto de vista diplomático, Israel también se muestra reacio debido a la aplicación que finalmente ha tenido la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, sobre todo en lo concerniente a Hezbolá y al refuerzo de sus posiciones al sur del río Litani para poder introducir clandestinamente armamento procedente de Siria e Irán.
