MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Liberia no ha legalizado aún la extracción de diamantes pese a que hace ya dos meses que la ONU levantó la prohibición de exportar esta piedra preciosa impuesta hace seis años al país africano, por su utilización para la financiación de la guerra civil.
"En la actualidad la gente no debería empezar a extraer diamantes hasta que se establezcan determinados mecanismos que garanticen la transparencia", explicó el viceministro liberiano de Territorio y Minas, Ernest Jones, a la agencia de noticias de la ONU IRIN.
Según Jones, el Gobierno tiene que asegurarse de que se establecen controles para gestionar esta industria, tradicionalmente marcada por la corrupción. Los controles incluyen la nueva emisión de licencias y el despliegue de funcionarios gubernamentales que supervisen la extracción, transporte y venta de todos los diamantes, explicó. Además, el Gobierno está creando una red de diez oficinas de supervisión de diamantes regionales.
El Consejo de Seguridad de la ONU levantó el embargo sobre las exportaciones de diamantes de Liberia el pasado 27 de abril, aplaudiendo los esfuerzos del Gobierno para aplicar el sistema de certificación internacional conocido como 'Proceso Kimberly'.
El tráfico de diamantes y otros resursos naturales en Liberia y la vecina Sierra Leona fue uno de los factores que contribuyó a fomentar la guerra civil que vivieron ambos países en los años 90. Ahora, según explicó Jones, el Gobierno está haciendo todo lo posible para garantizar que la industria diamantífera beneficia a la población.
"El dinero de cada diamante exportado por Liberia se usará para desarrollar los servicios sociales en comunidades donde los diamantes son extraídos y no para fomentar conflictos como ocurría en el pasado", aseguró.
Según el viceministro, las comunidades recibirán una parte de los impuestos sobre todos los diamantes extraídos de sus áreas y las compañías mineras estarán obligadas a elaborar proyectos para asistir en el desarrollo de la población local.
