HONG KONG, 22 Jun. (Reuters/EP) -
Miles de manifestantes que han bloqueado la sede de la Policía en Hong Kong se han dispersado este sábado al mismo tiempo que se han reabierto algunas carreteras; sin embargo, no está claro si se producirán más protestas masivas durante la jornada.
Hong Kong se ha estado preparando para un tercer fin de semana de movilizaciones contra un proyecto de ley de extradición que ha sumido a la ciudad gobernada por China en una gran crisis, lo que supone el mayor desafío popular para el presidente chino, Xi Jinping, desde que asumió el poder en 2012.
El viernes, grupos de estudiantes, en su mayoría con cascos, gafas protectoras y máscaras, bloquearon las carreteras obligando a los vehículos a detenerse para exigir que la jefa del Gobierno hongkonés, Carrie Lam, retirase el proyecto de ley y dimitiese.
La Policía ha retirado las barricadas mientras el personal podía regresar a sus hogares, después de un bloqueo que ha durado más de quince horas. Las autoridades policiales han informado de que esta movilización ha afectado "muy seriamente" a su trabajo, incluyendo a la prestación de servicios de emergencia a los ciudadanos.
"La Policía ha mostrado gran tolerancia hacia los manifestantes, pero sus medios para expresar sus opiniones se han convertido en ilegales, irracionales y poco razonables. La Policía hará un seguimiento estricto de estas actividades ilegales", han añadido.
En 2014, la denominada 'Revolución de los Paraguas' ya evidenció la reivindicación democrática de una parte de la población, pero las protestas de la última semana no tienen precedentes. Según los organizadores, unos dos millones de personas secundaron el llamamiento del pasado domingo.
