McCain prosigue con su juego a dos bandas para asegurar el mayor apoyo posible de cara a las elecciones

Actualizado: sábado, 26 abril 2008 13:15
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   MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS)

   A diferencia de Hillary Clinton y Barack Obama, John McCain conoce el camino que le separa de las elecciones presidenciales de noviembre. Son siete meses en los que debe perfilar su campaña para distanciarse de la pobre percepción pública que deja el presidente Bush y convencer, a la vez, a los sectores más conservadores del Partido Republicano. El senador por Arizona ha demostrado su doble juego esta semana: criticando la actuación de la administración Bush frente al desastre del Katrina pero apostando al mismo tiempo por el recorte de impuestos propuesto por la Casa Blanca y que él mismo rechazó hace ya siete años.

   Así, el precandidato republicano a la presidencia realizó el jueves una de sus críticas más encendidas a la Administración del presidente George W. Bush, al considerar "terrible y desgraciada" la respuesta del Gobierno federal en los momentos posteriores al paso del huracán Katrina por Nueva Orleans, en agosto de 2005.

   Entre la lista de errores, McCain lamentó la "falta de capacidad de los encargados" de supervisar las tareas de recuperación, atención a los heridos y control de daños, y consideró que existió "una completa falta de comprensión sobre las dimensiones del desastre, a la que habría que sumar un fallo en las comunicaciones".

   Y no obstante, de gira por el sureste estadounidense, McCain se ha ganado la animadversión de los republicanos más centristas al apoyar medidas como una exención de tres meses sobre el impuesto de la gasolina, el incremento de los subsidios para los proveedores rurales de Internet o duplicar el impuesto crediticio para las familias con hijos dependientes.

   Medidas todas ellas que se insertan dentro de la doctrina política más conservadora del Partido Republicano, al comprometerse a proseguir los recortes fiscales propuestos por Bush, reducir los impuestos para las grandes empresas y, en definitiva, reducir el gasto federal, en contra de las propuestas presentadas por Clinton y Obama, todavía en liza por la candidatura que McCain ya tiene prácticamente en el bolsillo.  

   "20 MINUTOS NO BASTAN"

   En la conferencia de prensa realizada en los aledaños de la Iglesia Católica de St. David, McCain se despachó a gusto con la Administración Bush. Entre la lista de errores, McCain lamentó la "falta de capacidad de los encargados" de supervisar las tareas de recuperación, atención a los heridos y control de daños, y consideró que existió "una completa falta de comprensión sobre las dimensiones del desastre, a la que habría que sumar un fallo en las comunicaciones".

   McCain llegó incluso a señalar directamente a la cúpula de la Administración, cuando se le preguntó si estaría dispuesto a responsabilizar a la plana mayor de la Casa Blanca --el presidente y sus consejeros-- por la actuación de los servicios de emergencia. McCain respondió con un enfático "sí".

   Después añadió que, de haber estado en el lugar del presidente Bush, se habría trasladado nada más conocer la catástrofe a la "base aérea más cercana para visitar la zona personalmente", frente a la respuesta del presidente, que se limitó a sobrevolar el lugar afectado dos días después del paso del huracán, en un acto muy criticado por gran parte de la opinión pública.

   Ésta no es la primera vez que McCain critica la respuesta federal que se sacudió los cimientos de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) y que se cobró el puesto de su por entonces director, Michael Brown. "Cuando los estadounidenses se enfrentan a una catástrofe, sea natural o intencionada, tienen derecho a esperar un mínimo de competencia por parte del Gobierno", declaró previamente en New Hampshire el pasado mes de abril.

   El jueves volvió a insistir, pero esta vez en Baton Rouge, la capital de Louisiana. "A nivel estatal y federal, el Gobierno actuó un nivel arbitrario, irresponsable e inflexible", criticó McCain que no lograba entender por qué compañías de transportes como UPS o FedEx tienen conocimiento exacto de donde se encuentran sus envíos en cada momento del día, mientras que "la FEMA, cuando más falta hacía, fue incapaz de localizar siquiera su propio equipo o su propia gente".

   Pero la gente de Nueva Orleans no olvida que Estados Unidos se encuentra en campaña, y que Louisiana es un efectivo como cualquier otro para presentarse ante la opinión pública como el salvador del estado. Al igual que hace tres años con Bush, algunos consideran la intervención del senador como una cuidada exhibición de Relaciones Públicas, durante la que los ciudadanos no tuvieron acceso directo al precandidato.

   "Necesitamos la oportunidad de mantener un diálogo sustancial, porque pasar 20 minutos en el césped, al calor del sol, no son suficientes", lamentó Mary Fontenot, miembro del grupo eclesiástico de voluntarios para la reconstrucción 'Todas las Congregaciones Unidas'. "Los asientos de la rueda de prensa de McCain estaban reservados para los periodistas que viajaban con él", criticó.

   AMOR-ODIO

   "La verdad sea dicha: John McCain no aguanta a Bush, por mucho que coincida con él en un montón de temas, especialmente en Irak", explicaba en 2004 en su blog de la NBC el analista político Howard Fineman. "Es divertido verle interpretar el papel que el destino le ha dado: permanecer al lado de Bush en su camino a la reelección".

   Esta relación con altibajos persiste hoy en día, a pesar de que Bush, su padre --el ex presidente George H.W. Bush-- y su mujer Laura han expresado su apoyo al candidato, en una maniobra destinada a ganarse a los indecisos del Partido Republicano, acompañada del reciente apoyo que McCain ha concedido al paquete económico propuesto por la Administración actual.

   Para sus partidarios, el senador por Arizona ha comprendido finalmente que el recorte de impuestos es un factor esencial para fomentar el crecimiento económico, pero para sus críticos, es simplemente una actitud de cara a la galería, y además completamente innecesaria.

   "McCain parte de la sabiduría tradicional que exige potenciar las bases para obtener el 50,000001% de los votos, y francamente, me sorprendió que McCain siga insistiendo con ello una vez asegurada su nominación: esperaba que se moviera hacia el centro, pero todavía no lo ha hecho", confesó al 'Washington Post' el senador republicano Lincoln D. Chafee, el único que junto con McCain se opuso al paquete original en 2001.

   El conflicto entre el senador y su partido, no obstante, se remonta mucho antes de que Bush llegara a la presidencia. En 1994, desafió el legado de Reagan al considerar que el recorte impositivo efectuado durante los años 80 "fue un terrible error, que causó una deuda que tenemos que pagar cada año y que es mayor de lo que nos gastamos en Defensa".

   Y el tradicional apoyo de Bush a las compañías privadas no espera repetirse si McCain llega al Despacho Oval. Para el senador, una agencia federal como la FEMA, por incompetente que le parezca, es mejor solución que las empresas privadas encargadas de la reconstrucción de Nueva Orleans. "De vez en cuando, el Gobierno tiene su forma particular de hacer las cosas, desarrollando unas prácticas que en el sector privado, invitarían a la ruina financiera, o aún peor", comentó este jueves.

   Así, McCain tiene previsto anunciar en los próximos días sus impresiones del viaje realizado por la América Profunda (Kentucky, Alabama, Louisiana), donde ha reconocido estar gratamente impresionado por el empleo de los fondos federales para infraestructuras, reconociendo la importancia de las comunidades locales a la hora de decidir cómo emplear el dinero del Gobierno. Todo ello acompañado de una garantía de seguridad para que desastres similares nunca vuelvan a repetirse. "Os lo prometo: nunca más", aseguró antes de partir.