DAMASCO, 30 Oct. (OTR/PRESS) -
Miles de sirios, respaldados por el gobierno del país, tomaron esta mañana las calles de Damasco, la capital siria, para protestar contra el ataque estadounidense que el pasado domingo mató a ocho civiles, entre ellos algún niño, cerca de la frontera con Irak, en una operación contra la insurgencia iraquí. La policía antidisturbios se desplegó en los exteriores de la embajada de EE.UU., pero los manifestantes, en su mayoría funcionarios y estudiantes, se manifestaron de manera pacífica cerca de la legación, en la plaza de Yussef al Azmi (uno de los líderes más venerados de la población local), y en las calles adyacentes.
La manifestación transcurrió de forma pacífica e incluso tuvo momentos lúdicos cuando algunos manifestantes se reunieron en círculos y realizaron danzas tradicionales. Otros portaban pancartas denunciando a Estados Unidos así como banderas y fotografías de Bashar al-Assad, el presidente sirio. "América patrocina la destrucción y las guerras" era uno de los lemas que se podía leer en las pancartas. La agencia de noticias Reuters recogió también algunos de los gritos de los manifestantes, a los que se les podía oir: "Estamos sacrificando nuestra sangre por ti, Bashar".
Baayoun Hussan, un universitario de 20 años, aseguró que la incursión de Estados Unidos fue "un acto criminal". "Queremos que los estadounidenses pongan fin a los actos de terrorismo en Siria, Iraq y en el resto del mundo", aseguró el estudiante en declaraciones a Al Jazeera que recoge otr/press.
Esta marcha se ha llevado a cabo después de que Damasco informara de que ocho civiles, entre ellos varios niños, fueron asesinados cuando tropas norteramericanas en helicópteros cruzaron la frontera oriental de Siria el pasado domingo. Por su parte, el Departamento de Estado de EE.UU. y el Pentágono se han negado a hacer ningún comentario sobre el inicidente. Tan sólo un oficial estadounidense ha asegurado a los medios que el ataque se dirigía a un contrabandista de Irak asentado en territorio sirio.
ACUSACIONES MUTUAS
Tal y como anunció ayer EE.UU., la embajada norteamericana permaneció cerrada durante todo el día ante un "mayor riesgo para la seguridad". Además, Estados Unidos advirtió de que "acontecimientos imprevistos podrían llevar a la embajada a cerrarse al público durante un periodo de tiempo indeterminado". Con estas medidas, el gobierno estadounidense pretende evitar ataques como los que la embajada sufrió en 1998, cuando la legación fue atacada con piedras durante otra protesta contra Estados Unidos en respuesta a los ataques aéreos sobre Irak.
Siria ha exigido una disculpa formal por la incursión y ha amenazado con cortar la cooperación sobre la seguridad de las fronteras si se repiten los hechos. Además, en respuesta al ataque, Damasco ha ordenado el cierre de una escuela americana y de un centro cultural americano en la capital para el próximo 6 de noviembre.
Pero esta tensa relación no es algo nuevo. Estados Unidos ya ha acusado repetidamente a Siria de no hacer lo suficiente para detener el tráfico de armas y los ataques fronterizos. Pero Damasco mantiene que está haciendo todo lo posible para asegurar la seguridad en la difícil frontera.