JERUSALÉN, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ONG israelí B'Tselem hizo público un vídeo en el que se ve cómo un soldado del Ejército israelí dispara a muy corta distancia con un rifle de munición de balas de acero recubiertas de goma contra un palestino --con los ojos vendados y esposado-- que había sido detenido durante las protestas contra el muro israelí en la localidad cisjordana de Naalin.
El Ejército israelí ha calificado de grave el incidente, por lo que la Policía de Investigación Militar (PIM) ya ha abierto una investigación.
Una niña de 14 años del pueblo grabó en vídeo el incidente desde la ventana de su casa el pasado 7 de julio, momento en el que la localidad era sometida a un cierre absoluto de cuatro días. Ese día, activistas de Derechos Humanos palestinos, israelíes y de otros países iniciaron una desde la cercana localidad de Dir Kadis una marcha para superar el bloqueo y llevar alimentos a los vecinos de Naalin.
Uno de los manifestantes, un vecino de Bilin de 27 años de edad, Ashraf Abu-Rahma, fue detenido durante media hora y llevado en todoterreno militar bajo supervisión de un teniente coronel del Ejército israelí. Cuando estaba en pie ante el vehículo, uno de los soldados disparó contra él, hiriéndole en un pie.
El vídeo muestra al soldado apuntando con su arma desde una distancia de unos 1,5 metros y disparando contra él. El propio Abu-Rahma denunció haber sido golpeado durante su arresto y asegura que resultó herido en el dedo gordo del pie izquierdo, por lo que tuvo que ser atendido por un médico que se encontraba en el lugar de los hechos, según el comunicado de B'Tselem recogido por Europa Press. Después fue puesto en libertad.
"Durante la manifestación los soldados que cogieron, me arrestaron, y después escuché disparos y sentí un fuego en mi cuerpo. Estaba asustado y no sabía qué pasaba", declaró Abu-Rahma. Los disparos fueron realizados mientras el oficial israelí le tenía cogido del brazo.
B'Tselem, que recibió el vídeo en la mañana de hoy, trasladó inmediatamente la grabación a la PIM junto con una petición para que se abriera de inmediato una investigación sobre el incidente, si no existía ya --el autor del disparo fue reconocido al día siguiente del incidente por los vecinos de Naalin-- y pidió también que el teniente coronel que retenía a Abu-Rahma sea investigado. Además, denuncia que los miembros de las fuerzas de seguridad están obligados a informar de las actos delictivos, pero que es aún más grave que un oficial de alto rango participe en tal encubrimiento.
En un comunicado, el Ejército afirmó que "este es un incidente muy grave e ilegal que va en contra de los valores del Ejército en el que disparos para disolver protestas (no fuego "real") fueron utilizados contra un detenido palestino que fue arrestado por nuestras fuerzas después de participar en una manifestación violenta contra la construcción del muro de separación en el pueblo de Naalin".
"El código militar prohíbe estrictamente herir a detenidos y exige a los militares respetarlos a ellos y a la integridad de sus cuerpos. Los incidentes de detenidos heridos son trasladados, según la política del Ejército, a la PIM para su investigación. En este caso, tras la transferencia de la grabación, el abogado general militar, el general de brigada Avihai Mandelblit, recibió órdenes de la PIM de abrir una investigación", prosigue el comunicado del Ejército hebreo.
El Ejército recuerda también que el palestino herido fue examinado por un médico militar y que se le diagnosticó una herida muy leve en el dedo gordo del pie. Fue puesto en libertad sin recibir más tratamiento médico.
En las últimas semanas las manifestaciones y protestas casi diarias contra el muro de separación de palestinos, israelíes y extranjeros se han centrado en Naalin. Hace una semana al menos diez manifestantes, cinco de ellos israelíes, se enfrentaron con las fuerzas de seguridad israelíes.
Los vecinos de Naalin protestan además contra los planes del Ejército israelí de incautarse de la mitad de los 2.000 acres (poco más de 800 hectáreas) que aún les pertenecen. Esta cifra es aún así siete veces menor a la que reclaman como inicialmente suya.
