CONAKRY, 23 Dic. (Reuters/EP) -
El presidente de Guinea, Lansana Conté, falleció ayer tras una larga enfermedad, si bien las causas exactas de su muerte no han sido reveladas por el Gobierno del país que dirigió con mano de hierro durante los últimos 24 años.
Conté, al que le gustaba definirse a sí mismo como un "campesino-soldado", llegó al poder tras un golpe de Estado en 1984 después de la muerte del que fuera el primer presidente del país desde su independencia, Ahmed Sékou Touré, en un hospital en Estados Unidos.
Miembro de la etnia 'soussou', se cree que Conté nació en torno a 1934 en una familia campesina en Moussayah, en la prefectura de Dubreka (noroeste). Entró en el Ejército francés durante la era colonial y consiguió su promoción una vez que el país se independizó en 1958.
Como coronel, fue el oficial de mayor rango que tomó el poder en el golpe de Estado tras la muerte de Touré. Ya presidente, Conté cortejó primero a la Unión Soviética y luego a Estados Unidos para que invirtieran en el país, principal productor de bauxita del mundo y reconstruyó la relación con Francia, rota durante el régimen de Touré.
Asimismo, siguió la tendencia de introducir sistemas multipartidistas en Africa tras el fin de la Guerra Fría, pero gobernó en todo momento con mano dura y de forma muy personal. Sus oponentes denunciaron fraude tras su victoria en las primeras presidenciales multipartidistas en 1993, cuando se cancelaron los resultados en los bastiones de la oposición.
En los siguientes comicios, en 1998, su principal rival, Alpha Conde, fue detenido antes de la votación, que Conté ganó cómodamente. Precisamente, Condé regresó este domingo al país tras pasar 15 meses de exilio autoimpuesto en Francia, donde se refugió tras salir de prisión, según informa la BBC.
En 2001, Conté organizó y ganó un referéndum que puso fin al límite de dos mandatos presidenciales, lo que le permitió permanecer en el poder, y en 2003 se hizo con un tercer mandato en las elecciones.
Conté, diabético y fumador compulsivo, ha tenido problemas de salud durante años y una vez se desmayó en público durante un partido de fútbol en su honor en 2002. En estos años, ha viajado a menudo para recibir tratamiento en Marruecos, Cuba y Suiza. De hecho, en los últimos días había habido insistentes rumores sobre su muerte, desmentidos en todo momento por el Gobierno.
EJÉRCITO, PILAR DEL RÉGIMEN
El Ejército siempre fue un pilar de apoyo para él, pese a lo cual fue objeto de varios golpes de Estado fallidos. En 1996 estuvo a punto de morir en un motín cuando los soldados bombardearon su palacio y dejaron decenas de muertos. Para resolverlo, y como haría en otras ocasiones, duplicó el sueldo a los soldados y perdonó a los amotinados.
Conté era considerado como un bastión de estabilidad autocrática en una región turbulenta donde sangrientas guerras civiles golpearon a países vecinos como Liberia, Sierra Leona y Costa de Marfil. En 2001, sus soldados repelieron una insurgencia transfronteriza atribuida a disidentes y rebeldes de Sierra Leona apoyados por Liberia, tras lo cual estaba orgullos de decir: "yo nunca he perdido una guerra".
En los últimos años de su mandato, Conté ha aparecido en pocas ocasiones en público y su pasatiempo favorito había pasado a ser cuidar sus campos de arroz en su granja a las afueras de Conakry, lo que según él le hacía sentirse mejor.
Una huelga general convocada por los sindicados degeneró en violentos disturbios contra el régimen en enero y febrero de 2007, lo que le obligó a nombrar a un primer ministro de consenso, Lansana Kouyaté. Más de 180 personas murieron en los disturbios, la mayoría de ellos por disparos de las fuerzas del orden, según los grupos de Derechos Humanos.
Conté destituyó a Kouyaté el pasado mes de mayo en un gesto que generó un nuevo motín por los salarios. Varias personas murieron, hasta que la revuelta acabó después de que el presidente accediera a las demandas de los amotinados para el pago de los salarios atrasados y la destitución del ministro de Defensa.
