MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ONU ha señalado este lunes que Italia no puede resolver "sola" la crisis migratoria en el Mediterráneo, haciendo un llamamiento a todos los países de la región a que sean solidarios, todo ello después de que la semana pasada perdieran la vida más de 60 migrantes tras naufragar frente a las costas de la región italiana de Calabria, en el sur del país.
Preguntado en una rueda de prensa por las declaraciones del ministro de Exteriores italiano Antonio Tajani en las que afirmaba que la Unión Europea y la ONU también tenían que ayudar en la crisis migratoria, el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stphane Dujarric, le ha dado la razón.
"El ministro tiene razón al decir que Italia no puede hacerlo sola. Ningún país puede hacerlo solo. Todos los países tienen que ser solidarios, y la mejor manera de forjar su camino hacia adelante será que cada Estado miembro aplique el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular", ha aseverado.
En este sentido, ha resaltado la importancia de que se quite la migración "de las manos de las bandas criminales que explotan a las personas vulnerables" vendiendo lugares en embarcaciones inseguras y poniendo en riesgo la vida de las personas "por una cantidad desorbitada de dinero".
"Lo vemos también en la frontera sur de este país (Italia). Lo vemos en toda Centroamérica. Todo está en manos de bandas criminales, y no debería ser así", ha remachado Dujarric, resaltando el papel de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), quien "ha estado ayudando y asistiendo a los países de destino, de tránsito y de origen".
Las declaraciones del portavoz de la Secretaría General de la ONU se dan después de que el ministro de Exteriores de Italia, Antonio Tajani, asegurase en una entrevista con 'Corriere della Sera' que Italia no podía controlar por sí sola la crisis de migración en el Mediterráneo, instando a la UE y a la ONU a cooperar.
El pasado domingo 26 de febrero 70 personas, entre ellos varios niños, perdieron la vida, al naufragar un barco con cerca de 200 migrantes a bordo cerca de la costa de la región italiana de Calabria, en el sur del país. Este incidente ha generado críticas contra el Gobierno italiano por su política de sanciones contra las organizaciones humanitarias que se disponen a rescatar a personas en el mar.
