El nuevo primer ministro checo se enfrenta hoy a una cuestión de confianza con pocas probabilidades de ganar

Actualizado: miércoles, 7 agosto 2013 15:36

PRAGA, 7 Ago. (Reuters/EP) -

El actual primer ministro checo, Jiri Rusnok, tiene pocas probabilidades de salir victorioso en la cuestión de confianza a la que se enfrenta la tarde de este miércoles, pero ha advertido de que, sea cual sea el resultado, ni dimitirá de momento del cargo, para el que fue designado el pasado mes de junio por el presidente del país, Milos Zeman, tras la dimisión de Petr Necas por su relación con un caso de corrupción.

Zeman designó a Rusnok, economista y exministro de Finanzas durante el periodo en que el propio presidente ejerció de primer ministro hace una década, para dirigir el país hasta las elecciones del próximo año y para que intente solventar una recesión económica en la que se ve inmerso el país por segundo año. Desde su nombramiento el pasado mes de junio, República Checa se enfrenta además a un momento conflictivo que ha obligado a paralizar la actividad política del país.

El presidente Zeman, que aún cuenta con el apoyo de los grupos de izquierda del Parlamento, ha asegurado que al menos tres partidos votarán a favor del nuevo gabinete. Sin embargo estos sólo son una pequeña parte de los votos necesarios para poder formar el Ejecutivo.

Los partidos de centro-derecha, cuya coalición quedó colapsada el pasado mes de junio después de la presentación de cargos contra varios miembros cercanos al entonces primer ministro, Petr Necas, han asegurado que a ellos les pertenecen 101 votos, por lo que exigen formar un nuevo Gobierno.

El partido conservador TOP-09 --Tradición, Responsabilidad y Prosperidad 2009-- ha rechazado reunirse con Rusnok para debatir sobre la cuestión que se celebrará a última hora de este miércoles.

"No queremos, ni siquiera indirectamente, legitimar una formación inaceptable de Gobierno", ha asegurado el partido este miércoles. Al menos otros dos miembros han asegurado que votarán contra Rusnok. Las formaciones de centro-derecha han asegurado que el actual gabinete no sigue las "costumbres democráticas".

Hasta ahora, los mercados han ignorado la parálisis política, mientras el país ha sabido mantener su déficit bajo control, superando incluso las metas que se habían impuesto a pesar de la recesión. La deuda de República Checa es mucho más baja que la media de la Unión Europea --concretamente, la mitad--, y los intereses de su deuda los más bajos de toda Centroeuropa.

Sin embargo, la crisis ha ensombrecido las perspectivas del presupuesto de 2014, que tanto el anterior como el actual gabinete habían planeado utilizar para reavivar la economía, que lleva en recesión desde 2011.

CUESTIÓN DE CONFIANZA Y CORRUPCIÓN

Rusnok ha asegurado que si no pasa la cuestión de confianza no dimitirá, aunque su cargo será provisional hasta que se forme un nuevo Gobierno. Ante esta situación, Zeman, como jefe de Estado, sólo tiene derecho a escoger al siguiente primer ministro.

Varios partidos han manifestado su temor ante la posibilidad de que Zeman prolongue el proceso para dejar que el Gabinete de Rusnok continúe reemplazando a las autoridades estatales, algo contra lo que han protestado tanto las formaciones de derecha como de izquierda.

El Gobierno actual ha cesado a varios altos cargos de diferentes ministerios y de la empresa estatal de ferrocarriles, una de las mayores empleadoras del país. Rusnok y sus ministros han asegurado que considerarán cambios en los consejos de supervisión de otras empresas estatales y semiestatales, como la compañía eléctrica CEZ.

El presidente ha confirmado este miércoles que mantendrá a Rusnok en el cargo durante varias semanas aunque no salga victorioso de la cuestión de confianza a la que se enfrenta esta tarde, debido a las investigaciones policiales en torno a la relaciones entre políticos y empresarios que contribuyeron a la caída del anterior gabinete.

"Me han asegurado (las autoridades) que las investigaciones concluirán en varias semanas, y puedo asegurarles que aunque me presionen, no lo intentaré una segunda vez (formar un nuevo gabinete) durante las semanas que dure la investigación", ha asegurado Zeman ante el Parlamento.

FUTURO DEL GOBIERNO CHECO

Si la cuestión de confianza de Rusnok no fuera positiva, Zeman podría designar a un segundo nuevo primer ministro. Si este segundo dirigente tampoco ganara la siguiente cuestión de confianza, el presidente del Parlamento --actualmente en manos del bloque de centro-derecha-- podría ser candidato a dirigir el Ejecutivo.

La parálisis política de República Checa podría conducir también a unas elecciones anticipadas a finales de este año si tanto los partidos de derecha como los de izquierda se pusieran acordaran disolver el Parlamento, y obtuvieran los 120 votos necesarios para ello.

La coalición de centro-derecha, con muy baja popularidad después de varios años de austeridad y tras los escándalos por corrupción, se ha opuesto hasta ahora a celebrar unas elecciones anticipadas, que probablemente pondrían a la izquierda en el poder.