LONDRES, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro australiano, Tony Abbott, ha asegurado que su decisión de bajar los impuestos sobre el carbón beneficia directamente a las mujeres ya que ha sido una acción política enfocada "particularmente a los presupuestos del hogar". Además, ha dicho que esta medida se trata de su mayor logro político hacía las mujeres, unas palabras por las que el 'premier' australiano ha sido muy criticado.
"Bueno, ya sabes, es muy importante hacer lo correcto por las familias y los hogares", ha explicado Abbott en una entrevista que recoge la BBC. "Como muchos de nosotros sabemos, las mujeres se dedican especialmente a controlar los presupuesto de la casa", ha añadido.
Mientras que la oposición ha denunciado que sus comentarios reflejan una visión anticuada de la mujer, Abbott presentó el domingo la remodelación de su Gobierno en el que solo hay dos mujeres. Una, la ministra de Salud y Deportes, Sussan Ley, fue nombrada en la última remodelación.
En esta línea, el político laborista Anthony Albanese ha denunciado que las declaraciones del primer ministro pertenecen a una época pasada. "El problema no es que de Tony Abbott esté anclado en el pasado, es que quiere que el resto de Australia vuelva al pasado para hacerle compañía en un mundo donde los hombres ocupan los grandes puestos de trabajo y las mujeres planchan", ha asegurado.
ANCLADO EN EL PASADO
La líder en la oposición, Penny Wong, ha añadido que el Gobierno de Abbott no está trabajando por reflejar el protagonismo que tienen las mujeres en la vida australiana. "Tony Abbott quiere una medalla por tener dos mujeres en su gabinete. Danos un descanso", ha pedido con ironía, según la cadena australiana ABC.
Las palabras de Abbott han recibido el apoyo de una de las dos mujeres que ocupan una cartera ministerial, la ministra de Asuntos Exteriores, Julie Bishop, que ha asegurado que "la política de las mujeres es la política de todo el mundo". "Creo que el primer ministro se ha centrado en cambiar la política que tienen un mayor impacto sobre las familias y los hogares y deshacerse del impuesto sobre el carbón es, sin duda, eso", ha explicado.
Los índices de aprobación del primer ministro australiano se han hundido hasta niveles que representan un mínimo histórico, en medio de una desaceleración de la economía, recortes de gasto y acusaciones de promesas incumplidas.
