El Papa considera "indescriptible" el daño causado por los abusos sexuales a menores

Actualizado: jueves, 17 abril 2008 20:32
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   MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El Papa Benedicto XVI reconoció ayer "el dolor" que ha sufrido la Iglesia en Estados Unidos "como consecuencia" de los abusos sexuales a menores y dijo que "ninguna palabra mía podría describir el dolor y el daño producido por dicho abuso", durante la tercera jornada de su visita a Estados Unidos. Así, el Papa pidió a los católicos que "se preste una atención pastoral a los que han sufrido".

   El Pontífice presidió una Eucaristía en el 'Nationals Stadium' de Washington a la que asistieron más de 45.000 personas. Desde que partió el martes de Roma, Benedicto XVI se ha referido todos los días al escándalo de abusos sexuales que golpeó a la Iglesia Católica en 2002 y que costó 2.000 millones de euros en indemnizaciones.

   "Hablé de esto con vuestros obispos --continuó el Santo Padre--, y animo a cada uno de ustedes a hacer cuanto les sea posible para promover la recuperación y la reconciliación, y ayudar a los que han sido dañados".

   Benedicto XVI también les pidió que "estimen a sus sacerdotes y los reafirmen en el excelente trabajo que hacen". "Y, sobre todo, oren para que el Espíritu Santo derrame sus dones sobre la Iglesia, los dones que llevan a la conversión, al perdón y al crecimiento en la santidad", agregó.

   Al comienzo de la homilía, recordó el 200 aniversario de la división de la diócesis originaria de Baltimore y la instauración de las diócesis de Boston Bardstown, ahora Louisville, Nueva York y Filadelfia para explicar que tras tanto tiempo, "la Iglesia en América tiene buenos motivos para alabar la capacidad de las generaciones pasadas de aglutinar grupos de inmigrantes muy diferentes en la unidad de la fe católica".

   El Papa confesó que ha venido a América "para reiterar la llamada urgente de los Apóstoles a la conversión para el perdón de los pecados y para implorar al Señor una nueva efusión del Espíritu Santo sobre la Iglesia en este País".

   Asimismo, instó a los fieles a dar testimonio ante una sociedad donde "percibimos signos evidentes de un quebrantamiento preocupante de sus fundamento". Entre ellos, destacó "los signos de alienación e ira, aumento de la violencia, debilitamiento del sentido moral, vulgaridad en las relaciones sociales y creciente olvido de Dios". También reconoció "división y contrastes en el seno de la Iglesia", pero destacó los "signos de grandes promesas en sus numerosas parroquias sólidas y movimientos vivaces".

   Sobre la juventud, Benedicto XVI señaló que necesita "ayuda para discernir la vía que conduce a la verdadera libertad" y abogó, para ello, por "cultivar una cultura intelectual que sea auténticamente católica, que confía en al armonía profunda entre fe y razón, y dispuesta a llevar la riqueza de la visión de la fe en contacto con las cuestiones urgentes que conciernen el futuro de la sociedad americana".

   MENSAJE PARA LOS HISPANOS

   Benedicto XVI concluyó la homilía con una alocución a los fieles de habla hispana invitándoles a no dejarse vencer por "el pesimismo la inercia o los problemas". El Pontífice reconoció que la Iglesia de Estados Unidos "ha ido creciendo gracias también a la vitalidad del testimonio de fe de los fieles de lengua española". "La Iglesia espera mucho de ustedes. No la defrauden en su donación generosa", agregó.

   El Santo Padre ya había manifestado que iba a aprovechar el viaje para promover el desarrollo de los pueblos latinoamericanos. "He visto la profundidad del problema de la inmigración, sobre todo la división de las familias, esto es un peligro para el tejido social y para los valores humanos", afirmó el Santo Padre a los medios que le acompañan en el avión que le trasladó el pasado martes a Estados Unidos.

   Durante la charla, el Papa respondió sobre los retos de la presencia hispana en Estados Unidos, aseguró que conoce bien el problema migratorio y que, en su opinión, la solución de fondo es que los migrantes no tengan que salir de su país de origen.