NAIROBI, 14 Abr. (Reuters/EP) -
El presidente keniano, Mwai Kibaki, designó su rival político Raila Odinga como primer ministro de un Gobierno de coalición destinado a poner fin a la crisis política en el país, abierta tras las pasadas elecciones y que se ha cobrado la vida de más de 15.000 personas. "Estoy aquí para anunciar el gabinete de coalición", dijo el presidente antes de desvelar que el nuevo primer ministro sería su rival en las urnas. Este acuerdo ha costado meses de negociaciones.
El anuncio se produjo durante un discurso televisado del presidente Kibaki, quien, acompañado de su rival Odinga, agradeció a los kenianos "la paciencia demostrada durante este período" al tiempo que se comprometió a "hacer lo posible para asegurar que Kenia se dirige por el camino de la paz, la unidad y la estabilidad". Del mismo modo, la vicepresidencia del Ejecutivo estará compartida por Uhuru Kenyatta, hombre cercano al presidente Kibaki, y por Musalia Musadavi, representante del Movimiento Democrático Naranja de Odinga.
Pero a pesar de los cambios efectuados en la cúpula del Ejecutivo, sin embargo, el líder keniano mantiene a algunos de sus hombres de confianza como Amos Kimunya, quien se se mantendrá como ministro de Economía en el nuevo gabinete, que tendrá 40 carteras. "El desafío que presento a los nuevos miembros del Ejecutivo es que dejen la política a un lado y que se pongan manos a la obra", declaró Kibaki. "Construyamos una nueva Kenia donde la justicia sea nuestro escudo y donde la paz y la libertad sean halladas a lo largo de todo el país", añadió.
15.000 MUERTOS Y 300.000 REFUGIADOS
Con el nombramiento de este Gobierno en coalición, que se ha confirmado tras muchos meses de encuentros y desacuerdos. En concreto, este anuncio tiene lugar después de que Kibaki y Odinga se reunieran en privado en la localidad de Sagana, para terminar con seis semanas de crisis previas al nombramiento del nuevo Gobierno, establecido inicialmente para el pasado 6 de abril pero finalmente pospuesto a última hora.
Esta decisión aumenta la posibilidad de acabar con la crisis que se ha cobrado la vida de más de 1.500 personas y ha provocado el desplazamiento de otras 300.000 por la violencia étnica asociada a la crisis post electoral.
