R.Unido.-El ministro de Hacienda admite la "peor" crisis en 60 años y alerta de que será "más prolongada" de lo previsto

Actualizado: sábado, 30 agosto 2008 16:38

Asume que los fallos del Gobierno generasen "enfado" y asegura que el Laborismo está ante el año más difícil en una generación

LONDRES, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Hacienda de Reino Unido, Alistair Darling, ha reconocido por primera vez la gravedad de la situación por la que atraviesa de la economía británica ante la que "se podría decir que es la peor" crisis en 60 años, con consecuencias todavía inciertas, aunque con toda probabilidad "más profunda y prolongada" de lo previsto en un principio.

En una demoledora entrevista al diario liberal 'The Guardian' en los prolegómenos del reinicio del curso político más complicado para el Laborismo, en caída libre en las encuestas y con un abierto cuestionamiento de liderazgo, Darling reconoce que tras once años en el poder, el partido tiene ante sí los "doce meses más complicados en una generación", tras haber fallado "de forma patente" a la hora de trasladar a los ciudadanos el mensaje de que entiende sus problemas.

Frente a las esperanzas reiteradas por el primer ministro, Gordon Brown, que confía en que el paquete de medidas económicas que prevé poner en marcha en otoño contribuyan a reactivar la economía, su titular de Hacienda, considerado uno de sus principales valedores, insistió en que la "peor" crisis en 60 años "va a ser más profunda y prolongada de lo que la gente pensaba".

Una declaración agravada por el hecho de proceder de un político con un perfil considerado gris en Reino Unido que en esta ocasión sorprendió con la más grave evaluación de la situación económica realizada por un miembro de un Ejecutivo que admite que el acierto en la gestión de las arcas públicas será clave para recuperar la confianza de los ciudadanos y lograr el cuarto mandato en las generales previstas en principio para mayo de 2010.

Al respecto, Darling reconoce que el Gobierno ha fallado "de forma patente" a la hora de transmitir que entiende las dificultades de las economías domésticas ante el incremento de la presión de los precios y la inestabilidad laboral y ha dejado como consecuencia ciudadanos "enfadados". Por ello, consideró "absolutamente imperativo" mejorar la comunicación de la gestión en un contexto en el que asumió: "Nuestro trabajo está atenuado".

PERSPECTIVAS

En este sentido, después de que instituciones como el Banco de Inglaterra reconociesen el riesgo de recesión y tras el saldo 'cero' experimentado por la economía británica por primera vez tras casi dos décadas consecutivas de crecimiento, el titular de Hacienda insistió en que los próximos doce meses serán "los más difíciles que el Partido Laborista ha tenido en una generación", tras los varapalos electorales del último año y la caída libre en las encuestas sufrida por Gordon Brown, que insiste en atribuir esta evolución a la preocupación de los británicos por la economía.

En consecuencia, Darling consideró necesario "redescubrir ese entusiasmo que ganó tres elecciones" desde 1997 y cuya ausencia representa "un gran problema para el partido en este momento". "La gente está enfadada con nosotros", asumió, por lo que la estrategia exige "preparar la mente" y preguntarse si el Laborismo "está preparado para intentar y convencer a este país de que lo apoye para otro mandato".

Al respecto, dio cuenta de episodios protagonizados por él mismo en restaurantes y estaciones de servicio en los que fue recriminado por ciudadanos inquietos ante el elevado coste de la vida e insistió en que los próximos doce meses son "críticos", si bien consideró que "hay aún terreno por jugar". Un objetivo para el que vio capacitado a Brown, pese a los virtuales movimientos internos para forzar su salida del número 10 de Downing Street.

MOVIMIENTOS INTERNOS

Para el ministro, no hay riesgo de que se produzca un asalto al poder dentro del Laborismo, como tampoco posibilidades de que el actual mandatario acometa en este reinicio de curso político una renovación de gabinete en la que una de las decisiones podría ser, precisamente, descargarlo a él mismo de la cartera de Hacienda. "No se puede estar cambiando continuamente a la gente con tanta frecuencia", aseveró, poco más de un año después de la revolución que supuso la marcha de Tony Blair.

No obstante, reconoció que "antes del final" de esta Legislatura, Brown "querrá hacer una remodelación", si bien, por su parte, "no esperaría una inminentemente". "No creo que vaya a haberla", aseveró, tras lo que reconoció que en el partido hay personas interesadas en su puesto, en el que algunos sitúan al titular de Exteriores, David Miliband, como estrategia para controlar sus supuestas aspiraciones sucesorias. "Hay mucha gente que querría mi cargo y, sin duda, activamente intentando tenerlo", concluyó.