R.Unido-Polémica por el uso de los príncipes Guillermo y Enrique de un helicóptero oficial para una despedida de soltero

Actualizado: domingo, 20 abril 2008 14:56

LONDRES, 20 Abr. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -

La utilización de un helicóptero de combate oficial de la Armada británica por parte de los príncipes Guillermo y Harry para trasladarse a una despedida de soltero en la isla de Wight ha desencadenado la polémica en la Royal Air Force (RAF), cuyo máximo responsable, sir Glenn Torpy, ha exigido explicaciones "palabra por palabra" acerca de quién autorizó al hijo del Príncipe de Gales a pilotar para uso privado una nave valorada en más de 13 millones de euros.

Fuentes del Ministerio de Defensa confirmaron el malestar del jefe de las Fuerzas Aéreas por la "estupidez total" de permitir un vuelo que costó unos 20.000 euros y que, además, se produjo pocas horas después de que Guillermo de Inglaterra recibiese las alas que lo acreditan como piloto de la RAF. Así, la fiesta tuvo lugar tras el período de formación de 10 días que afrontó para aprender a manipular el helicóptero 'Chinook', como última parte del curso acelerado en el que participó para familiarizarse con la RAF, de la que es oficial.

El mismo viernes 11 de abril en que tuvo lugar la ceremonia en la que su padre le impuso la condecoración, el nieto de Isabel II partió de las instalaciones de la armada en Cranwell en dirección a Londres para recoger a su hermano y dirigirse juntos a la isla de Wight, donde su primo Peter Philips, el hijo de la princesa Ana, preveía celebrar durante dos días por los bares y restaurantes locales el fin de su soltería junto a 26 amigos.

No obstante, según 'Sunday Times', la operación no contó con la autorización del jefe de la RAF, que ha exigido explicaciones en torno a quién dio el visto bueno, si bien el comandante de las fuerzas áreas en la base de Odiham donde se entrenó el Príncipe explicó que el vuelo había sido diseñado para incluir maniobras tácticas para las que, según recordó, Guillermo de Inglaterra "superó el curso".

ENTRENAMIENTO

En consecuencia, la RAF aseguró que el episodio se enmarca en el propio entrenamiento del príncipe, incluso una vez obtenidas las alas que lo acreditan como piloto. Con todo, destacados miembros del cuerpo han reconocido su preocupación acerca del malestar del resto de oficiales por el trato especial conferido al nieto de la Reina y han hablado de "bofetada en la cara" para aquellos que, pese a afrontar más formación, no han logrado el distintivo.

Por su parte, la fiesta provocó un importante revuelo en la localidad de Cowes, donde se trasladaron numerosas jóvenes atraídas por la presencia de los vástagos del heredero a la Corona, que vieron cómo sus guardaespaldas tuvieron que deshacerse de algunas que llegaron a proponer pasar la noche con alguno de los dos, o cómo otras se desnudaban como parte de un juego de bebidas. El protagonista de la despedida tampoco pasó desapercibido, puesto que tuvo que disfrazarse, entre otras cosas, con un traje de gato de licra púrpura con ropa interior roja.

PRECEDENTE POLÉMICO

Además, la polémica por el uso de Guillermo de los efectivos de la RAF tiene el precedente del aterrizaje que realizó durante su período de prácticas en una finca perteneciente a la familia de su novia, Kate Middleton, en Bershire el pasado 3 de abril, según el diario 'News of the World', que informó de la parada del príncipe en el marco de un entrenamiento de dos horas y 100 millas.

No obstante, en esta ocasión el Ministerio de Defensa reaccionó con un comunicado en el que aseguró que la operación había sido "plenamente autorizada" y que respondió a una falta de puntos de aterrizaje en el condado por la que Guillermo pidió permiso para tomar tierra en las propiedades de los padres de su pareja, quienes habrían supervisado el episodio junto a su hija desde la propia casa.

En este sentido, el departamento explicó que los helicópteros de combate aterrizan de forma rutinaria fuera de aeródromos y piden "continuamente" permiso para emplear campos privados. Además, precisó en que el caso del príncipe, la parada no se prolongó durante más de 20 segundos y que nadie subió ni bajó de la nave. "Fue una salida rutinaria para lograr los objetivos básicos del entrenamiento", añadió.